En esta ocasión, las víctimas fueron dos cartageneras a quienes les cobraron 100.000 pesos de más por unos productos que consumieron este domingo en Playa Blanca, Isla de Barú.
Según contó José Carlos Puello, secretario del Interior, las afectadas pidieron dos bandejas de pargo rojo y dos gaseosas, por lo que los trabajadores del restaurante les cobraron 180.000 pesos, cuando el precio real era de $80.000.
De inmediato, la pareja llamó a miembros de la Policía Metropolitana de Cartagena y a funcionarios de la Secretaría de Interior, quienes se acercaron al establecimiento.
Estando en el sitio, los funcionarios le solicitaron a su propietario cobrar lo justo del servicio. Además de ello, el dueño del local recibió un comparendo por incurrir en conductas en contra a la normatividad.
“A todas las personas que vayan a las playas les queremos decir que ante cualquier caso de abuso denuncien ante las autoridades. En Playa Blanca tenemos constantemente personal de la Policía y la Secretaría del Interior socializando los precios con los vendedores y turistas”, sostuvo José Carlos Puello.
No es el único caso
Esta no es la primera vez que las autoridades en Cartagena evitan cobros por encima del valor real a los turistas.
El pasado 13 de mayo, a dos turistas, un venezolano y otro norteamericano, les habrían cobrado a cada uno $400.000 por media hora de jet ski. Sin embargo, miembros de la Policía y de la Secretaría del Interior, durante los recorridos de control en la zona, se dieron cuenta de que se estaba presentando un abuso de precio por parte de los operadores y evitaron que los turistas tomaran el servicio.
De igual forma, el 1 de abril se conoció el caso de Janneth Jiménez Jiménez, una turista bogotana a quien le habrían cobrado en Playa Blanca tres veces más del precio real por un parasol, tres micheladas, siete Club Colombia, una mojarra roja, una Coca-Cola, un cocoloco, servicio y propina voluntaria.
Según el operador turístico, el consumo de la turista fue de $447.000, sin embargo, al ser verificado el listado de los productos, los uniformados constataron que la cuenta real era de $155.000 por lo que estaban cobrando $292 mil de más.
También se conoció el caso de un turista mexicano, quien pagó $3.300.000 por los servicios ofrecidos en un restaurante en Playa Blanca, en el que la cuenta real daba $300.000.
En esta ocasión, uno de los trabajadores del establecimiento comercial habría cometido un error al momento de hacer la transacción mediante un datáfono.
