La sociedad ha naturalizado el hecho de pagar por servicios como la televisión y la telefonía móvil, así como por plataformas de música, contenidos audiovisuales, cursos educativos, entre otros, que hacen parte de la cotidianidad en la era digital.
A pesar de que la mayoría de estos servicios son de vieja data, ahora tienen un diferenciador: la posibilidad de acceder a ellos con beneficios como una mayor y mejor calidad, así como la exclusividad en los contenidos por medio de las suscripciones.
El pago por tener contenidos con un valor añadido en cuanto a la calidad no solo ha trascendido a campos como la telecomunicación, el entretenimiento y la educación en la virtualidad, sino también en el acceso a la información.
En ese contexto, el director de la Asociación Colombiana de Medios de Información (Ami), Werner Zitzmann, apuntó que así como todos los bienes y servicios, que tienen su respectivo costo y beneficio, en el caso de la información hay métodos de pago como retribución al esfuerzo que requiere su procesamiento, investigación y posterior distribución.
“Los medios de comunicación también se han ido adaptando a la implementación de sistemas de pago al brindar sus contenidos de calidad. El hecho de que este sea un servicio público no quiere decir que no tenga costo, pues el pago es una retribución a la labor del periodismo de procesar, investigar y revalidar toda la información”, resaltó Zitzmann.
Esta premisa fue apoyada por Jaime Abello, director de la Fundación Gabo, quien añadió que en un mundo en el que abundan las fuentes de información y proliferan las opiniones que, según él, se diseminan principalmente en las redes sociales, los medios tienen un papel fundamental.
“La diferencia es que el periodismo se encarga de aportar una mirada profesional con una idea de servicio público: hace un trabajo editorial, escoge, jerarquiza, comprueba, narra, y lo hace a partir de un código ético adaptándose al mundo digital”, apuntó Abello.
¿Por qué se cobra?
Después de “salir” del papel y llevar sus contenidos a internet, los medios escritos empezaron a implementar el sistema paywall (muro de pago) para hacer frente a la necesidad de obtener ingresos en este campo y no limitar sus contenidos a la gratuidad.
El medio pionero en el cobro en internet es Financial Times, diario británico que en 2002 puso un muro de pago para acceder a algunos exclusivos y que hoy es quinto entre los medios con más suscriptores digitales, (1,1 millones), según la Federación Internacional de la Prensa Periódica (Fipp).
A ese diario lo anteceden en número de suscriptores digitales en el ranking de la Fipp (ver Infografía) The New York Times (5,7 millones), Wall Street Journal (2,2 millones), The Informer (2,1 millones), Washington Post (2 millones); mientras que por Iberoamérica sobresalen La Nación de Argentina (260.000 suscriptores), Folha de São Paulo 236,000 de Brasil (236.000 suscriptores) y El País de España (64.000 suscriptores).
Ante las inquietudes de EL COLOMBIANO, desde The New York Times se compartió un pronunciamiento de su directora ejecutiva, Meredith Kopit Levien, quien aseguró que, con los 5,7 millones de suscriptores en internet, ese diario opera el que consideran es el negocio de periodismo por suscripción más grande del mundo digital.
“Vemos una oportunidad de mercado en al menos 100 millones de personas que creemos que pagarán por el periodismo. Al dividir este número consideramos que la mitad está en Estados Unidos y la otra mitad en el resto del mundo”, apuntó.
En el caso iberoamericano, un medio que ha sobresalido en la suscripción digital a sus contenidos ha sido El País, de España, que informó en octubre de 2020 que alcanzó los 64.000 suscriptores digitales, tras lanzar su muro de pago en mayo de ese año.
“El respaldo y fidelidad nos permiten afrontar con mayores recursos los retos del futuro, hacer mejor periodismo, invertir en nuevas formas de explicar la realidad”, señaló el director de El País, Javier Moreno, en un comunicado.
Ámbito colombiano
En Colombia no hay cifras consolidadas de suscriptores digitales en medios por ser un fenómeno relativamente reciente. Arrancó El Espectador, desde febrero de 2018, y entre los medios con trayectoria y más reconocidos le han seguido, hasta ahora, El Tiempo, Semana, Vanguardia, El Heraldo y El País.
En el caso de El Espectador. Edwin Bohórquez, su gerente digital, detalló que ese diario empezó a cobrar su contenido en internet tras una investigación de mercado, con la que se emprendió en marzo de 2018 con las suscripciones digitales.
“Emprendimos ese camino porque consideramos que nuestro contenido es valioso y merece que se pague por él, así generamos una comunidad de personas que reconocen y pagan por el trabajo que hacemos”, apuntó Bohórquez.
Por otra parte, Andrés Mompotes Lemos, subdirector de El Tiempo, explicó que iniciaron con el cobro de sus contenidos digitales en octubre de 2020, tras analizar cómo se comportaban los modelos en los medios del mundo y luego de fortalecer la formación de su redacción en herramientas multimedia.
“En un mundo en constante transformación digital era inevitable dar este paso. Fue un proceso de adaptación que responde a lectores exigentes, quienes acceden a las noticias por diversas plataformas y dispositivos, y que necesitan información verificada, confiable y de calidad para tomar decisiones y entender su entorno”, dijo Mompotes Lemos.
En el caso de Semana, su gerente, Sandra Suárez, aseguró que tras hacer estudios de mercado, entre 2019 y 2020 se le apostó al muro de pago considerando que desarrollar contenidos periodísticos y plataformas implica una estructura y modelo de operación que debe ser soportado y financiado.
“Hemos podido constatar que muchos ciudadanos están dispuestos a pagar una suscripción a su medio de información de elección, aun existiendo la alternativa de encontrar opciones gratuitas por internet. El reto de los medios es sintonizarse cada vez más con las necesidades y preferencias de las audiencias”, explicó Suárez.
Retos para los medios
En ese contexto, Abello recalcó que la tarea de los medios de comunicación que apuestan por la implementación de muros de pago será tener como prioridad la fidelización de las audiencias, por medio de contenidos de calidad y con mayor rigurosidad.
“Gabriel García Márquez decía que es más fácil atrapar a un conejo que a un lector, con eso se refería a que parte de la función del periodista es mantener el interés y la atención para que no se le escapen los lectores, esta metáfora sirve hoy, pues en el mundo de internet hay tantas opciones que no es fácil retener a los lectores y fidelizarlos”, añadió.
Entre las perspectivas del director de la Fundación Gabo y el de la Asociación Colombiana de Medios de Información se puso en común que el muro de pago digital es un camino que mejora el recaudo económico y que implica un nivel de compromiso más alto hacia las audiencias que estén dispuestas a adquirir una suscripción, siempre que reciban información de calidad
669.000
suscriptores digitales sumó The New York Times en segundo trimestre de 2020.