La infancia del investigador Ricardo Torres Palma transcurrió en San Andrés de Tumaco, Nariño, conocido también como la “Perla del Pacífico” de Colombia, uno de los tantos territorios colombianos en los que no hay acceso a agua potable ni al tratamiento de aguas residuales.
Es por eso que la nueva invención de Torres junto a los científicos Javier Silva Agredo y Robinson Agudelo López, es inspiradora: por 10 años idearon un sistema electroquímico modular para tratar las aguas contaminadas que se podrían instalar en territorios apartados o rurales, consiguiendo incluso la patente por parte de la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC).
“Siempre tuve el sueño de aportarle a mi comunidad, por eso me dediqué a la química y me especialicé en tratamiento de aguas, con el sueño de aportarle a las comunidades alejadas de Colombia. Soñaba con tener una tecnología en el país, hecha por científicos de aquí, que nos ayudara a tener agua potable, asegurar nuestra salud y no perder nuestros ecosistemas, porque la fauna también se afecta”, dice Ricardo, quien es coordinador del Grupo de Investigación en Remediación Ambiental y Biocatálisis —GIRAB—, adscrito a la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Antioquia.
¿Cómo funciona?
Este sistema de tratamiento de aguas funciona con paneles solares, es adaptable a las necesidades del cliente y tiene dos módulos: uno de electrocoagulación y otro electroquímico basado en un sistema avanzado de oxidación. En palabras menos complejas, en el primer módulo el aparato es capaz de aglutinar o capturar los contaminantes del agua a través de procesos de adsorción, pegándose sobre el coagulante que se va formando.
Este primer módulo es común en métodos de tratamiento de aguas convencionales. Lo novedoso es el segundo módulo, el sistema de oxidación avanzado con luz ultravioleta, ya que con esto se puede eliminar contaminantes emergentes, que son los que aún en Colombia no se han conseguido erradicar pese al tratamiento que se use.
“Este sistema usa una especie química particular altamente oxidante. En nuestro caso es el radical hidroxilo capaz de eliminar microorganismos y sustancias químicas recalcitrantes, aquellas que no se eliminan con sistemas convencionales. También tiene la opción de encender una luz ultravioleta que ayuda a eliminar los contaminantes”, detalla el investigador.
Son esos contaminantes que pasan desapercibidos —no como los que tiñen el agua de los ríos— pues éstos son sustancias minúsculas que nadie ve y que no huelen a nada pero que todo el tiempo estamos consumiendo como: restos de fármacos (antibióticos usados en veterinaria y medicina, analgésicos, antinflamatorios, medicamentos psiquiátricos, anticonceptivos), perfumes, cremas, maquillaje, drogas ilegales, hormonas de animales, etc.
El científico ha comprobado en varias investigaciones que estos contaminantes pasan de largo por el tratamiento de aguas. Este reactor entra a complementar procesos como la filtración o cribado.
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“Esto beneficiará a toda Colombia porque las invenciones que eliminen este tipo de contaminantes son muy limitadas y ahora nosotros podremos hacerlo para diferentes sectores como hospitales, empresas, entes gubernamentales que estén interesados en limpiar las aguas de sus territorios”.
Es importante destacar que el aparato será diseñado específicamente para las necesidades de cada cliente: el tamaño, si requiere de ambos módulos o solo de uno y también se puede modular la intensidad de la corriente eléctrica.
Impactos en la salud humana
Los contaminantes emergentes son altamente nocivos para los seres humanos y la fauna colombiana.
La exposición continua a contaminantes emergentes se ha asociado a problemas en la salud como la feminización en machos debido al consumo de anticonceptivos (estrógenos), resistencia microbiana, alteraciones en el embarazo y abortos involuntarios, alteraciones en el proceso reproductivo, cáncer tanto en animales (roedores) como humanos. Por ejemplo, aumenta el riesgo de cáncer de mama.
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“El problema es que ahora tenemos un coctel de todos estos contaminantes y no dimensionamos el impacto que esto puede tener en la salud humana, apenas estamos encontrando los primeros efectos a los que nos arriesgamos”, confiesa Ricardo Torres Palma.
Sobre la patente, el investigador admite sentirse emocionado de ver el resultado de un trabajo de varios años.
“Lo que más nos alegra es que este tipo de proyectos se den a conocer en Colombia, porque en el país a veces pensamos que no somos capaces, pero en realidad hay un montón de investigadores que desarrollamos diferentes tecnologías. Es un placer, por ejemplo, que medios de comunicación como ustedes se enfoquen en nuestro trabajo y que se encarguen de difundirlo. Que la gente se dé cuenta de que todo esto se puede aplicar aquí. Yo quiero para mis hijos y nietos un mejor país”.
Más sobre el grupo de investigación
El grupo Girab está integrado por estudiantes y profesores de los pregrados de Química, Biología y Química Farmacéutica de la U. de A. Tiene un largo recorrido en el estudio y desarrollo de técnicas sonoquímicas, electroquímicas, fotoquímicas y basadas en ozono, como opciones para el tratamiento de aguas residuales con contaminantes como fertilizantes, pesticidas, fármacos y bacterias resistentes, entre otros.
Por su liderazgo a escala internacional los profesionales del grupo Girab trabajan en conjunto con pares de países como Inglaterra, Perú, Suiza, Italia, Portugal, España y Chile; y la investigación e implementación de este tipo de soluciones las hacen con fondos de la Royal Society de Inglaterra, de la Unión Europea; del Fondo Nacional Suizo, de MinCiencias y de la Universidad de Antioquia.