A pesar de que al finalizar la tarde de este jueves el sol resplandecía sobre las montañas de Medellín y el cielo estaba muy azul, la calidad del aire no mejoró y la Junta Metropolitana decidió mantener la alerta naranja para el viernes 7 de abril.
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El último reporte del Sistema de Alertas Tempranas (Siata) mostraba cinco de las ocho estaciones de monitoreo en color naranja -calidad del aire dañina para grupos sensibles-, dos en rojo -aire dañino para todas las personas en las estaciones del metro de La Estrella y en la Corporación Universitaria Lasallista en Caldas-, y una sola en amarillo -calidad moderada en la estación Tanques La Ye, en el barrio El Poblado de Medellín-.
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Pero si el Valle de Aburrá llevaba casi dos semanas con sus estaciones en amarillo, tras la contingencia de principios de marzo, ¿por qué empeoró de un momento a otro?
El Área Metropolitana explicó que las altas concentraciones de material particulado PM 2.5 registradas en las últimas dos noches se deben a un fenómeno llamado subsidencia, que implica un descenso de las masas de aire y una significativa contracción de la capa residual de contaminación.
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“Con la contracción de la capa residual los contaminantes dispersos dentro de la capa límite se acumulan cerca de la superficie, aumentando significativamente las concentraciones monitoreadas por la red en horas atípicas (picos de concentración cerca de las 2:00 am)”, señaló la autoridad ambiental.
