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Álex Flórez ahora tiene líos de camisetas y ‘corbatas’
El exconcejal y mano derecha del alcalde Quintero tendría que responder por contratos ‘corbata’ y por presuntamente obligar a sus ‘cuotas’ a destinar 5% de sus salarios en su campaña para el Senado.
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Alex Flórez
exconcejal -
Estas son las camisetas que les toca vender a los contratistas del Municipio por orden del equipo de Álex Flórez. Tienen frases utilizadas tanto por él como por el alcalde FOTO cortesía -
Los informes de actividades que sustentan el cobro de las facturas mensuales por distintos contratos tienen partes que parecen calcadas entre sí, según observó Moncada. -
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Justo en momentos en que el Partido Alianza Verde está decidiendo en Bogotá si le da su aval a Álex Flórez dentro de su lista al Senado, han comenzado a destaparse nuevos escándalos que comprometen a quien ha sido -o fue hasta hace 20 días- mano derecha del alcalde Daniel Quintero en el Concejo de Medellín.
El más reciente escándalo es sobre “contratos corbata”, y lo reveló en un video en redes sociales, Alejandro Moncada, miembro de la unidad de apoyo de un concejal del Partido Verde, Daniel Duque.
Los ‘contratos corbata’ son aquellos en que el funcionario o contratista nunca aparece a trabajar pero sí a la hora de cobrar. Moncada en su denuncia documentó seis de estos casos en el Dagrd (Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Desastres), la entidad que es considerada fortín burocrático del exconcejal Flórez. Y en los seis casos estableció que se trataría de personas ligadas con él por lazos afectivos o experiencia de vida.
Pero ese no es el único hecho irregular que salpica a Flórez. EL COLOMBIANO siguió los hilos de esa investigación y encontró que el problema no es solo de ‘corbatas’ si no también de camisetas. Resulta que las “cuotas” del exconcejal en distintas dependencias de la Alcaldía de Medellín están vendiendo camisetas para financiar la campaña de Flórez al Senado.
A primera vista se podría pensar que no tiene nada de malo esa gestión para contribuir a una campaña. Pero el problema es que los contratistas no lo hacen por gusto si no obligados.
Por lo menos así se lo contaron a EL COLOMBIANO dos de las personas que se engancharon laboralmente en el Municipio gracias a la influencia de Flórez o del movimiento Independientes y a quienes ahora les ha tocado sacar a relucir sus habilidades de vendedores para conservar su puesto.
Una de ellas relató que en su caso y en muchos otros de la dependencia en que trabaja, fueron citados en dos ocasiones al despacho del entonces concejal Flórez. Se trata de la oficina más amplia del Concejo y en la que se pueden tener reuniones más discretas pues es la única ubicada en el tercer piso, mientras los demás cabildantes atienden en la segunda planta.
“Íbamos en grupitos de a diez. La primera vez fue para explicarnos que Alex se iba a lanzar al Senado y la segunda nos mostraron unas camisetas con inscripciones como ‘El futuro se parece a nosotros’, ‘Educación pública gratuita’ y ‘Los derechos no se compran’. Cada una vale 50.000 pesos y uno debe responder por varias, bien sea que las ofrezca entre familiares y amigos, o que las pague de lo que gana. Nos dijeron que era algo voluntario, pero que si no colaborábamos no nos podían seguir ayudando”, dijo la fuente.
Otro testigo y víctima de la encerrona, añadió que aparte de lo anterior, debían comprar su propia camiseta, y en este caso el valor era el 5% de los honorarios que recibieran por mes. Así, las cosas, si el sueldo del funcionario era de seis millones de pesos, la camiseta terminaba valiendo 300.000 pesos.
“La indicación era que el pago debía hacerse en efectivo. Quien coordinaba la logística era Juan Corrales (mano derecha de Álex Flórez) y a veces estaba también un edil de la comuna 4”, contaron.
Contratos corbata
En cuanto a los ‘contratos corbata’, entre otras cosas que documentó Moncada, y que pondrá a disposición de la Fiscalía, están los informes mensuales que entregan los contratistas en los cuales según él hay grandes similitudes e incluso las mismas inconsistencias.
Entre los ‘contratos corbata’ estaría la mamá del recién nacido hijo de Flórez, que se identifica en unas fotos publicadas hace dos meses por el exconcejal, así como exnovias y otros amigos de él.
La influencia de Flórez en el Dagrd es difícil de negar, de acuerdo con lo dicho por Moncada en el video. Laura Duarte, la actual directora del Dagrd, sostiene una relación “cercana” con el subsecretario de Educación, José Luis Osorio, quien a su vez es de extrema confianza del hoy aspirante al Congreso.
La denuncia también muestra que el operador de los contratos de personal en el Dagrd hasta el año pasado era el ITM (Instituto Tecnológico Metropolitano) y lo cambiaron por el Tecnológico de Antioquia, una entidad que tiene mucha relación con Álex Flórez. Allí le dieron un contrato antes de ser concejal -el mismo que hoy lo tiene pendiente de un fallo del Consejo de Estado en su contra- y quien se lo dio fue el entonces secretario general, Leonardo García, que fungió como supervisor del contrato de Flórez, y que ahora es el rector sobre el que pesa un fallo de nulidad de su elección dictado por el Tribunal de Antioquia.
“Ellos cambiaron el operador para poder tener mayor control sobre los contratistas y así ingresar de manera más fácil a los presuntos puestos ‘corbata’ y las múltiples cuotas políticas mediante las cuales Álex Flórez pretende catapultar su candidatura al Senado”, dice Moncada.
Efectivamente, la mayoría de los contratos de presuntas ‘fichas’ directas de Flórez en el Dagrd sobre las cuales el denunciante plantea inquietudes fueron firmados a través de esa institución.
Gloria Johanna Peláez Botero, con quien Flórez acaba de graduarse de papá, ha estado de manera intermitente, entre 2020 y 2021, a nombre del Instituto Tecnológico Metropolitano (ITM) y el T. de A. en cuatro contratos como auxiliar administrativa, lo que le habría significado ingresos, según documentos consultados por EL COLOMBIANO por casi $12 millones.
María Isabel Acosta Cardona, quien igual que la anterior habría sido novia de Flórez, tuvo un contrato inicial a través del ITM como profesional de apoyo por $1’300.264 y posteriormente cuatro más por el Tecnológico de Antioquia por más de $26 millones. Y a Moncada le genera suspicacia que este trabajo lo haya hecho a la vez que figuraba como empleada de una compañía financiera con la que además tendría cláusula de exclusividad.
Diana Carolina Blandón habría estado relacionada asímismo por vínculos sentimentales con Flórez y a la vez que estudiaba investigación criminal en la Universidad de Medellín con una carga académica abundante, según Moncada, laboraba en la unidad de apoyo del exconcejal y en el Dagrd.
Otro presunto titular de un puesto corbata sería Camilo Sixto Socarrás Mendoza, médico de la Universidad de Cartagena, la misma donde estudió la directora Duarte. Socarrás, según papeles, ha prestado este año sus servicios como profesional especializado mediante varios contratos por cerca de 63 millones de pesos.
Carlos Alberto López, oriundo de Sincelejo, la patria chica de Flórez, ha tenido contratos para actividades geológicas para el fortalecimiento de la gestión de riesgos por $20 millones este año.
Por su parte, Juan Sebastián Corrales García, reconocido aliado de Flórez (aparecen juntos en fotos) y quien fue parte de su unidad de apoyo, ha tenido así mismo contratos con el Dagrd en 2021, como apoyo administrativo.
De manera concreta, Moncada indicó que varios de los informes que han presentado las anteriores personas para cobrar al final de mes son calcados entre sí (ver facsímiles).
Finalmente, una persona que ha formado parte del equipo del Dagrd le dijo a este diario que dentro de la entidad ha existido un chat de whatsapp para comunicar al equipo de contratistas, del cual hacen parte por lo menos 97 personas y ninguno de los seis supuestos ‘contratistas corbata’ mencionados estaba incluido en él.
EL COLOMBIANO trató de comunicarse con los implicados en los casos “corbata”, pero se negaron a hablar, no contestaron las llamadas o colgaron tan pronto nos identificamos como periodistas. También se buscó la explicación en el Tecnológico de Antioquia, institución que debe supervisar los contratos, pero al cierre de esta edición no había dado respuesta
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