viernes
3 y 2
3 y 2
Un informe de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, 2015), señala que en Colombia persisten problemas de inseguridad alimentaria de algunos grupos poblacionales, especialmente los más pobres y vulnerables ubicados en zonas rurales y periferias urbanas, con 4,4 millones de personas subalimentadas, lo que corresponde al 8,8% de la población, que ronda los 50 millones de habitantes.
Para el caso de Antioquia, según un informe de 2019 de la Universidad de Antioquia, la Gobernación y Maná (programa alimentario del ente departamental), en Antioquia (sin contar la capital, Medellín), 33 % de los hogares está en Seguridad Alimentaria Hogar (SAH) y 67 % en Inseguridad Alimentaria del Hogar (ISAH), distribuida así: leve, 38 %; moderada, 18,5 %; y severa, 10,5 %. La ISAH fue mayor en los hogares del área rural (75,8 %) contra 61,7 de la urbana.
Debido a esos indicadores, se trabaja en potenciar el Plan Docenal de Seguridad Alimentaria y Nutricional 2020-2031, que busca “garantizar el derecho humano a la alimentación en todas las familias”.
Buscando ese cometido, la Gobernación puso en marcha la Mesan (Mesa Departamental de Seguridad Alimentaria y Nutricional), para aportar proyectos a este propósito.
Maná, por ejemplo, entre 2020 y el 31 de enero de este año gestionó 172.000 apoyos alimentarios para hogares vulnerables, la implementación de 3.500 huertas de autoconsumo y la ejecución del proyecto Seguridad Alimentaria al Curso de Vida, que entregó 236.000 apoyos alimentarios en 125 municipios.
Pero este es solo el inicio de una cadena de hechos que deben conducir al gran propósito hacia el 2030. La gerente de Maná, Luisa Paola Jaramillo, señala que “tenemos el reto de definir la ruta de operación de la Mesan. (...) Este trabajo se reflejará en todo el territorio antioqueño, buscando garantizar el derecho humano a la alimentación”.
Es una tarea en la que diversas instituciones deberán aportar. Vale la pena mencionar el convenio que acaba de lograr la Secretaría de Agricultura departamental con el Ministerio del ramo, que financiará a 250 productores rurales agrupados en siete alianzas, con un aporte de $3.342 millones (ver Radiografía).
Los proyectos abren expectativas entre los agricultores, que esperan un cambio en las políticas gubernamentales hacia el campo, el principal eslabón en la cadena alimentaria.
“Si no se estimula al campesino, que es el que produce y, a pesar de eso, no tiene cómo vender sus productos a precios justos, no habrá quién cultive”, advierte Rodrigo Arboleda Arango, campesino del corregimiento Palmitas, de Medellín
Periodista egresado de UPB con especialización en literatura Universidad de Medellín. El paisaje alucinante, poesía. Premios de Periodismo Siemens y Colprensa, y Rey de España colectivos. Especialidad, crónicas.