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Sobre el cielo del Valle de Aburrá, en los 60 kilómetros de extensión que separan sus dos extremos (Caldas, al sur, y Barbosa, al norte), habitan 509 especies, que representan el 5 % del total de la población de aves del mundo, y una de las zona donde más avistamientos se presentan es el alto de San Miguel, en el Sur, justo donde nace el río Medellín.
Justo este sábado la Secretaria de Medio Ambiente de Medellín reportó la presencia de una nueva especie en esa región, con lo que ya son 290 especies de aves identificadas en el Alto de San Miguel.
Se trata del ave clorofonia ferruginosa (chlorophonia pyrrhophrys), que se caracteriza por su difícil avistamiento, señala Sandra Muñoz Mejía, secretaria (e) de Medio Ambiente.
Este pájaro, que alcanza los 12 centímetros de altura, se alimenta de frutos, semillas y esporádicamente de insectos. Actúa como dispersor de semillas en los bosques.
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“Los monitoreos de avifauna que realiza el equipo técnico del Alto de San Miguel permiten registrar estas especies y estar al tanto de los cambios en la diversidad en diferentes zonas de la reserva”, afirmó la secretaria (e) Muñoz Mejía.
De acuerdo con la Guía Fotográfica de las Aves del Valle de Aburrá - Segunda Edición,( 2018), con respecto a la edición publicada en 2014, se hallaron 22 nuevas especies.
Entre las novedades está un cuco, del que por primera vez se hace un registro en la Cordillera Central, un águila de gran tamaño, que habita en las zonas boscosas, y un colibrí avistado por primera vez en la región que baña el río Medellín.