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Sin soluciones de arriendo para 38 familias evacuadas de Villa Guadalupe

Aunque los habitantes de Villa Guadalupe pueden acceder a un subsidio de arriendo, ninguno lo ha conseguido. Temor continúa.

  • María Alicia y Rubiela dejaron sus casas en Villa Guadalupe el pasado agosto por riesgo de colapso. FOTO julio césar herrera
    María Alicia y Rubiela dejaron sus casas en Villa Guadalupe el pasado agosto por riesgo de colapso. FOTO julio césar herrera
  • Sin soluciones de arriendo para 38 familias evacuadas de Villa Guadalupe
18 de octubre de 2021
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Aunque ha pasado más de un mes desde que María Alicia Maquiu Herrera desocupó su casa por riesgo de colapso, las ayudas de vivienda por parte de la administración no se han visto, según ella. En Villa Guadalupe, nororiente de Medellín, 16 casas permanecen vacías y agrietadas, mientras sus dueños se rebuscan para el arriendo o se apretujan donde sus familiares.

Rubiela, hija de María Alicia, narra detalladamente este dilema. “Mi mamá y yo estamos viviendo en una casita arrendada, entonces hemos estado pendientes a ver si, en algún momento, nos aprueban una ayuda”. Eso, sin embargo, no ha sido posible, describe Rubiela al unísono con su mamá, al pie de la casa que abandonaron.

Según estas, los requisitos del Instituto Social de Vivienda y Hábitat de Medellín (Isvimed) son incumplibles, si es que de acceder a un subsidio de vivienda se trata. A Rubiela, por ejemplo, le dijeron que ella y su hermano —dueños del segundo y tercer piso del patrimonio familiar— tenían que renunciar a su solicitud de ayuda, para que la de su mamá —dueña del primero— pelechara.

Lo que dice el Isvimed

EL COLOMBIANO consultó a la entidad sobre el funcionamiento del programa de Arrendamiento Temporal. Esta precisó que, en este caso, el requisito de entrada es haber sido víctima de un desastre natural o de una calamidad, mediante el registro del censo de damnificados.

Luego, se debe certificar la residencia en la vivienda objeto de evacuación y acreditar la calidad de propietario o poseedor de la misma. El acta de demolición del inmueble y abstenerse de negociar con particulares en medio de este proceso cierra la lista de requisitos especiales para un posible reasentamiento por desastres, según la entidad.

En cuanto a Villa Guadalupe, fueron 38 los hogares remitidos al programa de Arrendamiento Temporal. De estos, reportó el Isvimed, dos han presentado documentación incompleta, en dos más no ha procedido la atención y otro firmó acta de no aceptación. El resto de hogares no han presentado documentación.

Pese a estas claridades, los Acevedo Maquiu no comprenden por qué les solicitan que parte de la familia renuncie a la posibilidad de recibir este apoyo. “Yo digo que renuncio a la ayuda y, después, cómo pago arriendo en otra parte”, dice Rubiela, tras aclarar que en principio pensó en no solicitar el subsidio para que se lo dieran a su mamá, pero ella misma le dijo que no, “¡que cómo era eso posible!”.

María Alicia sostiene que, si no fuera necesario, ellas no insistían, la cuestión es que los arriendos están muy caros. “¿Uno de dónde va a sacar más de 500.000 pesos mensuales? Yo solo pido que nos ayuden para costear lo de la vivienda, porque ya estoy que me enloquezco”, expone la mujer de 82 años.

Son 430.841 pesos los que pueden recibir como subsidio de arriendo quienes demuestren ser propietarios de una vivienda con recomendación de evacuación hasta que encuentren una solución definitiva, según el Isvimed. Los arrendatarios, por su parte, pueden acceder al beneficio hasta por tres meses.

Los que no se van

Tanto papeleo es el que angustia a Edelmira Urrego, de 64 años. Su casa colinda con las de los Acevedo Maquiu y, aunque no tiene ni una sola grieta, las autoridades de gestión del riesgo le recomendaron evacuar de forma definitiva. Lo que pasa, cuenta ella, es que son inciertos los efectos que un posible colapso de las casas vecinas traería sobre la suya.

“Podría caerme alguna encima, mientras voy por la calle, o dejarme acá encerrada, porque mi casa es la última del barrio”, describe Edelmira sin mayor preocupación, pues afirma que prefiere seguir en su casa, con riesgo y sin vecinos a bordo, que tener que verse sin dinero para un arriendo. “¿Semejante cantidad de requisitos? Eso debe ser muy duro”

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