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Hipopótamos Juaco y Matildo están listos para volver al lago

Igual que la de Juaco el martes, la cirugía de esterilización de Matildo, ayer, resultó exitosa y se hizo en menos tiempo.

  • Sólo cincuenta minutos tardó la cirugía de castración del hipopótamo Matildo. FOTO julio césar herrera
    Sólo cincuenta minutos tardó la cirugía de castración del hipopótamo Matildo. FOTO julio césar herrera
27 de noviembre de 2014
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No es sencillo que caiga al piso un hipopótamo. Para tumbar a una mole de casi tonelada y media como Matildo, se necesita alta dosis de somnífero y esperar largo rato hasta que el animal se desplome. Lo hace lento, como en agonía y a veces se ve tan firme, que uno cree que se va a quedar de pie a pesar de la alta dosis de anestesia inyectada.

Se oye de todo en el quirófano móvil que instaló el Centro de Veterinaria y Zootecnia de la Universidad CES en la finca de la vereda San Juan, del corregimiento La Danta (Sonsón), donde fue operado ayer este ejemplar, igual que al martes el turno le correspondió a su compañero desde bebé, Juaco.

“Tres agujas de 18”, decía el anestesiólogo Diego Zuluaga. “Acá están”, respondía al instante una de sus asistentes al tiempo que llegaba con el pedido. “Ya no necesita lazo”, gritaba el galeno, y de inmediato otro de sus ayudantes del CES lo retiraba del cuerpo de Matildo, que tardó 25 minutos en desfallecer tras recibir los impactos de dos certeros dardos lanzados por el propio anestesiólogo y uno de sus ayudantes.

“Usted, póngase los guantes”. “Páseme un catéter 14 o 16”. “Aquí están la 14 y la 18”. “Métale el torniquete más arriba”...

Frases, palabras, monosílabos. Era lo que se escuchaba ayer en el corral que hizo de sala de operaciones donde fue intervenido Matildo, el segundo hipopótamo esterilizado por el CES en contrato con Cornare, con el cual se inició la protección controlada de los ejemplares fugados de la hacienda Nápoles y que busca que estos animales de gran tamaño traídos al país por el fallecido narcotraficante Pablo Escobar y que por veinte años crecieron sin control generando problemas de seguridad para las personas y constituyéndose en una amenaza para la fauna, la flora y los ecosistemas del Magdalena Medio y parte del Oriente de Antioquia, dejen de ser un problema.

Juaco comió por gula

Sólo cincuenta minutos tardó la cirugía de castración de Matildo. La operación a Juaco, el día anterior, había dejado una enseñanza: “los hipopótamos juveniles tienen los testículos más profundos”, había anticipado el cirujano veterinario Juan Pablo Villegas, líder de la operación.

Por eso ayer tardó menos en hallar la zona exacta donde estaban las gónadas del animal y se pudo proceder a su extirpación en menos tiempo. Agachado hurgando en la zona inguinal de Matildo, Villegas parecía el mecánico de una nave espacial o de un avión de gran tamaño. No todos los días se operan hipopótamos, es tal vez una intervención única. El CES lo hizo casi a la perfección.

“Al hacer estas esterilizaciones estamos cumpliendo con las recomendaciones de asumir esta especie como invasora, potencialmente peligrosa a la cual tenemos que tratar acá, porque no es posible regresarlos ni al África (de donde son originarios) ni a Estados Unidos, de donde fueron traídos”, explicó David Echeverri, jefe de la operación salvamento de los hipopótamos para Cornare.

Como son cerca de 40 los que hay en el territorio sumando unos 32 del lago de Nápoles, dos que están ubicados en otra zona del Magdalena Medio y a Juaco y Matildo, más algunos que pueden deambular por otras zonas, se busca hábitats donde los puedan recibir.

Castrando a estos dos últimos se demuestra que sí es posible salvarles la vida, no extinguirlos ni matarlos, como llegaron a proponer instancias relacionadas con el tema. Ayer Juaco, operado el martes, comió bultos de hierba y de zanahoria mientras Matildo era operado. En dos días regresarían al lago.

Gustavo Ospina Zapata

Periodista egresado de UPB con especialización en literatura Universidad de Medellín. El paisaje alucinante, poesía. Premios de Periodismo Siemens y Colprensa, y Rey de España colectivos. Especialidad, crónicas.

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