Un fallecimiento de otro interno de la cárcel El Pesebre, de Puerto Triunfo (oriente antioqueño), se convirtió en un nuevo motivo de denuncia sobre la persistencia de las difíciles condiciones en las que se vive el confinamiento en ese establecimiento penitenciario.
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Según la queja instaurada por reos de ese presidio a través de la Veeduría Penitenciaria Nacional, esta sería una nueva víctima de la desatención en materia de salud dentro de un penal, donde ya habían fallecido otras 17 personas en poco más de un año, según el vocero de esa entidad, Jorge Carmona.
La persona muerta, de acuerdo con Carmona, sería Sergio Alberto Tabares, una persona joven que purgaba una condena por fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego. Su deceso se habría producido el martes pasado y fuera de él habría otro reo en condiciones de salud graves que no habría recibido atención.
Al parecer, Tabares estaba recluido en el patio quinto de El Pesebre y era el “parlante” en esta sección. Así es como se llama en el argot carcelario a las personas que se encargan de vocear los mensajes importantes para algún preso.
“Este es el único establecimiento carcelario en toda Colombia que no tiene agua potable, pero que además tienen una pésima y deplorable alimentación y una marcada y pésima falta de atención inmediata en salud y un centenar de problemas que afectan la dignidad humana”, expuso Cardona.
A ello se une un hacinamiento cercano al 100%, pues está acondicionada para 800 personas y tiene en su interior en promedio a unos 1.600 internos de manera permanente.
“En una visita, yo mismo vi que ni siquiera tenían pastillas para un dolor de cabeza. Allá la gente se muere de desnutrición, de hambre y sed. Tienen más garantías los hipopótamos de la Hacienda Napoles que los presos que están al lado”, apuntó el defensor de Derechos Humanos.
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Al ser consultadas al respecto de la nueva muerte, fuentes del Instituto Nacional Carcelario y Penitenciario (Inpec) le confirmaron a EL COLOMBIANO que una comisión del Ministerio de Justicia y del Fondo de Salud del Inpec enviada desde Bogotá, viajó hasta Puerto Triunfo con el fin de determinar las circunstancias en que se produjo el deceso del interno.
Añadieron que para hablar de las causas de esta muerte, primero hay que conocer el veredicto del Instituto de Medicina Legal. Sin embargo, adelantaron que el preso fue atendido en el área de sanidad de la cárcel siguiendo los “protocolos del operador de salud intramuros” y luego fue remitido a un centro hospitalario, pero habría muerto en el camino como producto de un infarto.
La razón de que el asunto lo esté manejando una comisión mandada directamente desde el nivel central es que El Pesebre es considerado un caso de prioridad especial. En días pasados renunció a su cargo la directora de esta cárcel, María Rosalba Valencia.
