Desde el pasado 3 de noviembre, del barrio Ajizal, de Itagüí, desapareció Duberly Jesbel Herrera Ramones, una niña de diez años de nacionalidad venezolana cuya madre acusa a otro ciudadano de su país de haberla raptado.
Según su relato, la infante estaba ese día en casa de su connacional, quien vivía solo con tres hijos menores de edad y la invitó a darle de una comida especial que, supuestamente, les iba a preparar a ella y a sus hijos.
“Nosotros lo conocimos a él un mes antes de ella desaparecer acá en el mismo barrio. Se hizo amigo de nosotros, a veces traía los niños de él para mi casa o mi niña se iba para la de él y ese día la dejé allá con él y me fui a mi casa a atender una bebé de brazos que tengo. Luego regresé por mi niña, pero la sorpresa fue que en la residencia de él ya no había nadie”, cuenta Elimar Duberly Ramones, la madre.
Su reacción ante el hecho fue de desespero, empezó a gritar y dice que una vecina le dijo haber visto salir al sujeto con los cuatro niños.
“Yo vivo sola con mis hijas, trabajo para ellas, y nunca le vi nada sospechoso a él como para imaginar que un día iba a llevarse a mi hija”, repite Elimar, que ya denunció el caso ante la Fiscalía e incluso desde la desaparición de Duberly ha participado activamente en las marchas de protesta por los desaparecidos de Medellín.
“Me duele esa incertidumbre de no saber la suerte de mi hija, sabemos que el tipo tenía ganas de irse al exterior, y no sé para qué la secuestró, si para ponerla a pedir limosna, abusarla o tráfico de órganos, es muy duro pensar en todo eso”, señala con angustia.
Y aunque revela el nombre propio del presunto raptor de su niña, EL COLOMBIANO se abstiene de publicarlo toda vez que no hay un fallo judicial que lo culpe explícitamente del hecho.
Elimar pide que si alguien ve un hombre de 28 años con cuatro niños, una de brazos, otro de tres y otra de seis, más su hija de diez años, es muy probable que se trate del mismo sujeto.
Cualquier información que se tenga sobre este caso se puede reportar al teléfono 3023849792.
