A punto de comenzar el quinto mes del año, la comunidad indígena Nutabe, del corregimiento Orobajo, de Sabanalarga, sigue a la espera del profesor encargado de dictar clases a los estudiantes que sueñan con hacer su bachillerato, denunciaron los líderes indígenas, Eddi Sucerquia Feria, gobernador del cabildo indígena de Orobajo, y Víctor Manuel Rodríguez Sánchez, gobernador del Cabildo Nutabe Mayor de Medellín.
Para explicar la situación educativa de su pueblo, Sucerquia, a falta de gasolina para una chalupa que fue donada a la comunidad, no tuvo más remedio que lanzarse a las 5:45 de la mañana del pasado jueves a las aguas del Cauca, que ese día bajaba muy crecido, y aferrado de un caño de guadua nadó aguas abajo, hasta llegar al puente de Pescadero, en Ituango, donde salió para buscar un bus que lo trajera a Medellín.
Si bien, ellos están “acostumbrados a ese tipo de odiseas”, las mismas no dejan de ser un peligro, pues ya le han costado la vida a varias personas en la región. Esta vez, por la creciente del río, otra persona que quería acompañarlo prefirió quedarse en Orobajo.
“Cuando me lancé al río y me tragó el primer remolino, llegué a acobardarme, pero ya estaba en el agua y decidí seguir”, dijo Sucerquia a EL COLOMBIANO. Hay una ruta más segura para salir de Orobajo, que es llegando a pie hasta Sabanalarga, pero la caminada está entre las 14 y las 16 horas para un buen caminante y con invierno el azote es doble.
Según Sucerquia, el profesor que dictaba el bachillerato en Orobajo, Fabián Alzate, fue trasladado. Lo calificó como a un excelente docente, “que dictaba clases a los estudiantes de sexto a once y graduó con muy buenos conocimientos”.
Afirmó que por la pobreza y la necesidad de trabajar, no son muchos los estudiantes, unos 10, “pero así sea uno que aprenda, para la comunidad es un milagro”, dijo Sucerquia.
Los líderes indígenas expresaron que esperan que su mensaje llegue a las autoridades respectivas para que sus muchachos cultiven nuevas esperanzas de progreso.
