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Vías del Nus: El renacer del camino que rompió el cerco de Antioquia

La ruta que el ferrocarril surcó el siglo pasado es ahora una autopista a punto de estrenarse.

  • Vías del Nus es una interconexión vial de 160 kilómetros que empalmará con las principales concesiones viales del país, rumbo a los centros de intercambio comercial como la Costa Caribe, la Costa Pacífica, así como con el río Magdalena. FOTO: MANUEL SALDARRIAGA
    Vías del Nus es una interconexión vial de 160 kilómetros que empalmará con las principales concesiones viales del país, rumbo a los centros de intercambio comercial como la Costa Caribe, la Costa Pacífica, así como con el río Magdalena. FOTO: MANUEL SALDARRIAGA
  • La excavación del nuevo túnel de La Quiebra comenzó en marzo de 2018 y duró un año hasta lograr perforar los 8,6 km (4,3 km en cada tubo). FOTO: MANUEL SALDARRIAGA
    La excavación del nuevo túnel de La Quiebra comenzó en marzo de 2018 y duró un año hasta lograr perforar los 8,6 km (4,3 km en cada tubo). FOTO: MANUEL SALDARRIAGA
  • El túnel tiene un área de sección de 86 m2, 11 metros de altura en su punto más alto (como un tercer piso) y cada 450 metros tiene galerías, cuatro vehiculares y tres peatonales. FOTO: MANUEL SALDARRIAGA
    El túnel tiene un área de sección de 86 m2, 11 metros de altura en su punto más alto (como un tercer piso) y cada 450 metros tiene galerías, cuatro vehiculares y tres peatonales. FOTO: MANUEL SALDARRIAGA
  • La salida del viejo túnel de La Quiebra, en El Limón, construido entre 1926 y 1929. FOTO: MANUEL SALDARRIAGA
    La salida del viejo túnel de La Quiebra, en El Limón, construido entre 1926 y 1929. FOTO: MANUEL SALDARRIAGA
27 de junio de 2021
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“Le manifesté al señor Cisneros que deseaba acompañarlo. Guardó silencio y luego me dijo: ‘solo le ha hago presente que vamos a entrar a una montaña de la que no tenemos seguridad de salir, podemos perdernos o que nos mate una fiera. Demoramos la salida para que ustedes piensen’. Al día siguiente, después del desayuno, le dije: ‘He pensado seguir con usted’”.*

Entonces, la expedición para buscar el río Magdalena acababa de echarse al ruedo. Nos queda el relato de Cipriano Tobón, Cachetes, un medellinense poco letrado pero aventurero avezado, que sirvió a la gendarmería en el último año de gobierno del general Pedro Justo Berrío y terminó de acompañante de Francisco Javier Cisneros en la aventura de encontrar el camino por el que se tendieran los rieles del ferrocarril desde las orillas del Magdalena. La comitiva partió de Medellín en abril de 1875 y llegó a las estribaciones del Patiburrú, Maceo, en donde empieza el relato de Cachetes.

Casi siglo y medio después, la historia se repite en la misma cordillera que Cisneros caminó hasta llegar a La Malena para empezar a medir y a nivelar la recta que luego de 39 años recorrería el ferrocarril.

Ese camino, que conectó a Medellín con el mundo y permitió el desarrollo de Antioquia a partir de 1914, está a punto de convertirse en una moderna autopista de cuarta generación que pondrá dos horas más cerca a Puerto Berrío y a Caucasia.

La excavación del nuevo túnel de La Quiebra comenzó en marzo de 2018 y duró un año hasta lograr perforar los 8,6 km (4,3 km en cada tubo). FOTO: MANUEL SALDARRIAGA
La excavación del nuevo túnel de La Quiebra comenzó en marzo de 2018 y duró un año hasta lograr perforar los 8,6 km (4,3 km en cada tubo). FOTO: MANUEL SALDARRIAGA

Se trata de las Vías del Nus, una interconexión de 160 kilómetros que empalmará con otras concesiones, rumbo a los puertos en las costas Caribe y Pacífica, así como con el río Magdalena.

El proyecto, de iniciativa privada, tiene hoy 98 % de avance en sus cinco unidades funcionales (dos ya están en operación y tres avanzan en finalización de obras y verificación de la ANI), con horizonte de culminar en agosto y entrar en servicio comercial entre octubre y diciembre.

La iniciativa contempla 24,3 km nuevos de doble calzada entre Pradera y Cisneros (incluidos los dos tubos de 4,3 km cada uno del nuevo túnel de La Quiebra); más 35,6 km de rehabilitación de la calzada existente entre Cisneros y San José del Nus; y 2,7 km de un tercer carril de ascenso entre San José del Nus y el Alto de Dolores. Además, asumirá el mantenimiento y operación de la doble calzada entre Bello y Pradera. El costo de construcción es de $1,3 billones.

Según Alejandro Quijano, director técnico y financiero de la concesión, al integrarse esta a las 4G Conexión al Norte (Remedios - Zaragoza - Caucasia) y a la Autopista Magdalena 2 (Remedios – Alto de Dolores – Puerto Berrío), se convertirá en uno de los principales corredores de transporte de carga del país.

La expectativa de tráfico lo confirma: hoy, por la salida de la conexión pasan 2.200 vehículos diarios; finalizadas las vías 4G, se esperan hasta 7.000 vehículos diarios por la atracción de tráfico de la actual vía a la costa Atlántica y de la Medellín-Bogotá.

Otro dato. Según la ANI, con las nuevas vías un camión de Cartagena a Medellín, que tarda 24 horas en el viaje, lo hará en 18 horas, mientras que la capital de Antioquia quedará a cuatro horas de Caucasia.

El túnel tiene un área de sección de 86 m2, 11 metros de altura en su punto más alto (como un tercer piso) y cada 450 metros tiene galerías, cuatro vehiculares y tres peatonales. FOTO: MANUEL SALDARRIAGA
El túnel tiene un área de sección de 86 m2, 11 metros de altura en su punto más alto (como un tercer piso) y cada 450 metros tiene galerías, cuatro vehiculares y tres peatonales. FOTO: MANUEL SALDARRIAGA

El corazón en La Quiebra

El rezago de la región por su topografía infranqueable siempre inquietó al general Pedro Justo Berrío que, como presidente del Estado Soberano de Antioquia, sembró la semilla de un camino carreteable entre Medellín y el Magdalena. Berrío invitó a Cisneros para lograr este propósito, sin embargo, Recaredo de Villa, su sucesor, fue el que logró contratar al cubano en 1874.

Sabemos que después de superar la inminencia del fracaso y de la salida de Cisneros de la obra, finalmente en 1914 la primera locomotora entró a Medellín. “La obra se hizo dentro de una economía casi paupérrima, se adelantó con un tesón y coraje incomparable en la historia de las vías de Colombia. Estos hombres sortearon inmensas dificultades. La historia del ferrocarril está unida a la historia de Antioquia y se confunde con ella”, cuenta José María Bravo en su libro sobre Cisneros.

Pero el camino no estaba completo. El ferrocarril salía de Medellín o de Puerto Berrío y en la mitad del trayecto había que hacer transbordo a lomo de mula para superar el alto de la Quiebra que, por su pendiente, hacía imposible el ascenso de los trenes.

La solución para darle continuidad al tren estaba contenida en una tesis de grado escrita en 1899 por el ingeniero Alejandro López Restrepo. Se trataba de un túnel de 3,7 kilómetros para atravesar los cañones de los ríos Porce y Nus.

El ingeniero Pedro Nel Ospina, uno de los fundadores de la Escuela de Minas y quien conocía la tesis de López, impulsó la idea cuando llegó a la presidencia de Colombia (1922-1926). Fue así como el túnel se construyó entre 1926 y 1929, y el siete de agosto de ese año la primera locomotora atravesó el túnel (para entonces el segundo en América Latina) y llegó a la estación que después se bautizaría Cisneros, hoy San Juan con Carabobo, en un guiño de la historia al genio del ingeniero cubano.

Fue la línea completa del tren la que posibilitó la industrialización de la región, gracias a que el sistema férreo llegó al río y de ahí al océano.

La salida del viejo túnel de La Quiebra, en El Limón, construido entre 1926 y 1929. FOTO: MANUEL SALDARRIAGA
La salida del viejo túnel de La Quiebra, en El Limón, construido entre 1926 y 1929. FOTO: MANUEL SALDARRIAGA

Ahora parémonos en la antigua estación El Limón, por donde aún circulan carritos de colores adaptados para que los turistas crucen el túnel que permanece intacto 92 años después de su inauguración. El tiempo, con esa suerte de jardín de senderos que se bifurcan, tiene un portal que comunica los siglos en este paraje de un verdor brillante que tapiza las montañas.

Estas tierras, en las que nació y caminó don Tomás Carrasquilla, fueron descritas así en Frutos de mi tierra: “¿Qué verdor es ese que así agasaja el viento? Se despliega en la vega; viste el ribazo y la colina; llena la quiebra y la cañada; y lo mismo en la pendiente de las montañas que en las márgenes del río, lo mismo en la arada que en la roza, lleva siempre frescura al ambiente, recreo a la vista y santo regocijo al corazón del labrador”.

Es que a unos 100 metros de la salida de la obra maestra del ingeniero Alejandro López, titilan las luces de colores que anuncian el ingreso al nuevo túnel de La Quiebra, corazón de la conexión 4G. Es como una máquina del tiempo.

Cuenta el director Quijano que la excavación comenzó en marzo de 2018 y duró un año hasta lograr perforar los 8,6 km (4,3 km en cada tubo, serán dos carriles por sentido).

Tiene 11 metros en su punto más alto (como un tercer piso) y cada 450 metros tiene galerías, cuatro vehiculares y tres peatonales. Cuenta con sistema de seguridad e inteligencia para asistencia en caso de incidentes.

“El túnel es el corazón del proyecto y revive el corredor, antes transitado por el ferrocarril”, dice Quijano. Cortará la vía existente de 14 km entre Santiago y Cisneros, con una variante de 5 km que ahorrará 20 minutos. “Devolverá la competitividad en la conexión al Magdalena”, acota.

Es la misma esperanza del cisnereño Gustavo Restrepo Muñoz. “Acá en los años 60, un seis de enero era como un 23 de diciembre en el centro de Medellín. Pero se acabó el ferrocarril y el turismo se vino al piso. La 4G servirá, pero el anhelo es que algún día regrese el ferrocarril”, anota, mientras toma tinto al lado de la antigua estación del tren.

Para José Fernando Villegas Hortal, director del capítulo Antioquia de la Cámara Colombiana de Infraestructura, Vías del Nus es clave porque es el comienzo de una Y que partirá, de un lado, para el Magdalena Medio, la Ruta del Sol, la Costa Atlántica, Bogotá y los Santanderes; y del otro, para el Bajo Cauca, sin tener que subir Matasanos y Ventanas.

“Hará competitivo el Bajo Cauca, zona de difícil orden público, y permitirá que llegue la institucionalidad. La carretera es, en esencia, la misma que recorrió el ferrocarril. Es volver a recuperar lo que hizo grande a Antioquia y la sacó al mundo”, dice.

Esa gesta centenaria fue posible gracias a que Cisneros no sucumbió en la manigua por la fatiga, el hambre, la nube de plagas, las fieras y las tormentas que anegaban hasta el espíritu. Cuenta Cachetes en su relato el peso de la constancia del cubano. Era la undécima jornada. Ese día avanzaron hasta la una de la tarde, sin haber tomado alimento ninguno porque las provisiones se habían agotado.

Cisneros, sentado a la orilla de la quebrada, pensativo y fumando, fue interrumpido por Pío, quien le dice: “Mi opinión es que tenemos que volvernos, mientras más avancemos, más profundas serán las ciénagas y nunca saldremos al río”. El ingeniero, sin mirarlo, le respondió: “Atrás ni un paso, hay que echar palante, porque si no salimos de aquí a mañana, tendremos que entrar en sorteo para que se salven los que puedan”.

*Cita del libro Historia e Historias de Medellín, de Luis Latorre Mendoza (1972).

24,3
kilómetros de doble calzada nuevos hacen parte de la conexión al Nordeste.
$1,3
billones de inversión prevé la concesión en sus 160 kilómetros de longitud.

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