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Ventas a la baja y quejas al alza por obras en El Hueco

El retraso de los proyectos de renovación de la calle Maturín, en el centro, ocasionan molestias a comerciantes y compradores. Obra va al 95 %.

  • Los locales comerciales y las ventas ambulantes tuvieron que reacomodar sus vitrinas y exhibiciones con las limitaciones propias del espacio intervenido en La Candelaria. FOTO JULIO CÉSAR HERRERA
    Los locales comerciales y las ventas ambulantes tuvieron que reacomodar sus vitrinas y exhibiciones con las limitaciones propias del espacio intervenido en La Candelaria. FOTO JULIO CÉSAR HERRERA
  • Desniveles y huecos por las obras en Maturín ponen en riesgo tanto a peatones como a comerciantes. FOTO JULIO CÉSAR HERRERA
    Desniveles y huecos por las obras en Maturín ponen en riesgo tanto a peatones como a comerciantes. FOTO JULIO CÉSAR HERRERA
12 de diciembre de 2019
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Huequear, ese verbo tan paisa y tan de estas épocas en que miles de personas se vuelcan al Centro de Medellín para realizar sus compras navideñas, pocas veces fue tan difícil como en este diciembre.

En gran parte por un plan de renovación de Maturín (calle 46) que busca cambiarle la cara a ese sector de la comuna 10 que agrupa gran parte de la vida comercial del Centro: desde jugueterías hasta almacenes de ropa, telas y artículos de belleza. Pregunte por lo que no vea.

Según datos de la Empresa de Desarrollo Urbano (EDU), la renovación de ese corredor comercial contempla 15.000 metros cuadrados de nuevo espacio público, incluido un tramo de ciclorruta, y costará $9.700 millones. El tramo que aún sigue en obra va desde los bajos de la estación Cisneros hasta las inmediaciones de la carrera 52A (Alhambra).

Quejas y ventas bajas

Más allá de la molestia en la zona por el operativo de espacio público realizado la semana pasada, que terminó en un enfrentamiento con el Esmad, los comerciantes se encuentran inconformes porque las obras que deberían haber terminado en noviembre aún están en curso.

Eso ha ocasionado inconformidades que van desde el polvo que se acumula en mercancía exhibida hasta los riesgos que representa para los transeúntes y comerciantes caminar por zonas a las que les faltan adoquines y que tienen desniveles.

“Hacer una obra durante gran parte del año y no alcanzarla a terminar en diciembre es una afectación inmensa porque es la época en la que salvamos el año, las ventas han bajado y la verdad no hemos sentido la temporada alta. El año pasado éramos ocho empleadas y hoy solo somos tres”, contó Manuela Segura, quien trabaja en un local comercial que vende ropa para damas y caballeros en pleno Maturín.

Janeth Rengifo, por su parte, ofrecía juguetería para niños en pleno epicentro de los trabajos locativos. “Las obras sí causan molestia, pero nosotros no podemos dejar de trabajar porque hay que llevar comida a la casa. Llevo acá muchos años y uno entiende que las obras son para mejorar y que va a quedar muy bonito, pero lástima que no hayan terminado antes”, opina la mujer.

Trabajos nocturnos

Conscientes de la importancia de esta época para los comerciantes, la EDU se había comprometido a entregar el pasado 7 de diciembre, día en que finalizaba la prórroga que le dieron al contratista.

Camilo Builes, subgerente de proyectos de la EDU, expresó que el proyecto avanza al 95 % y añadió que, aunque el plazo ya terminó, el contratista se comprometió a terminar las obras con trabajos nocturnos que se extenderán por las próximas dos semanas y así afectar, lo menos posible, a los vendedores y compradores que seguirán llegando a pesar de las incomodidades.

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