Encabezado por un logo de la organización criminal Águilas Negras, un panfleto fue pegado en paredes y postes de la Universidad de Antioquia amenazando directamente a seis líderes y estudiantes de la institución educativa.
El mensaje, que fue evidenciado desde el pasado lunes 20 de mayo, advierte a los alumnos que no deben matricularse el próximo semestre o serán declarados objetivo militar, los tilda de guerrilleros y les endilga que con las movilizaciones estudiantiles solo generan pérdida de recursos.
Frente a la “limpieza social” con la que desconocidos que firman como “Bloque Universidad de Antioquia de las Águilas Negras” intimidan a la comunidad universitaria, 13 organizaciones manifestaron su rechazo y exigieron a las autoridades investigar el origen de las amenazas.
Por medio de un comunicado, comisiones de derechos humanos y colectivos universitarios, reclaman un pronunciamiento de las directivas, así como también que el claustro tome medidas para garantizar la seguridad de los estudiantes directamente amenazados.
“Rechazamos de manera tajante la estigmatización de los y las estudiantes de universidades públicas; y exigimos que el rector Jhon Jairo Arboleda Céspedes se pronuncie ante esto”, señalaron las organizaciones en el comunicado conjunto.
Se pronuncia la universidad
“Expresamos nuestra profunda preocupación y nuestro rechazo vehemente a cualquier expresión de violencia. Como universidad somos pacíficos y nos dedicamos a actividades misionales como la reflexión, la crítica y el diálogo”, expresó Élmer Gaviria Rivera, vicerrector general de la U. de A.
El directivo agregó que no se puede desconocer que la comunidad universitaria ha sido víctima de homicidios en otras ocasiones por este tipo de amenazas.
Gaviria señaló que desde la universidad procederán, junto a las autoridades, para interponer las denuncias y acompañar a los estudiantes que fueron objeto de la intimidación.
“Adicional a la solidaridad que les expresamos, tenemos que evaluar el riesgo al que están expuestos y evaluar alternativas”, indicó.
Sobre la infiltración del grupo que escribió los panfletos, señaló que son las autoridades las que deben determinar si es una realidad, y anotó que en esta ocasión el asunto reviste mayor gravedad porque no son amenazas generales, como algunas que se presentaron el año pasado, sino que se intimida a personas específicas, con nombres propios.