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Con el comienzo del calendario lectivo en Medellín, también se reactivan las rutas de transporte desde y hasta las diferentes instituciones educativas.
En la ciudad, según cifras de la Secretaría de Movilidad, circulan 2.500 vehículos que cumplen esta función.
Sin embargo, estos automotores no son casos ajenos al Código Nacional de Tránsito y como tal deben cumplirlo.
Los controles adelantados en las vías por agentes de tránsito han dado lugar a la imposición de al menos 500 comparendos que implicaron la detención del carro escolar.
Solo ayer en la mañana, a las afueras del colegio San José de las Vegas, en El Poblado, cuatro vehículos fueron inmovilizados por no cumplir la normatividad, según Humberto Iglesias, secretario de Movilidad de Medellín.
La disposición inadecuada de los emblemas y el vencimiento de los papeles obligatorios (seguro y revisión técnicomecánica), son las infracciones más comunes en estos vehículos.
Un equipo de educadores viales recorre las instituciones educativas buscando generar mejores comportamientos.
Clemencia Mejía López, rectora del San José de las Vegas, cree que los padres y acudientes también deben contribuir con la construcción ciudadana, por lo cual debe existir una rigurosidad a la hora de contratar un transporte escolar.
“Nada más importante que la tranquilidad de las familias al saber que sus niños están a salvo y con todos los requisitos cumplidos”, argumentó la directora del colegio que recibe 60 busetas para transporte escolar diariamente.
La rectora finalizó enfatizando que desde la institución, a un conductor se le pide los mismo que se debería pedir cualquier ciudadano, “y es que prevalezca el cuidado del otro por encima de cualquier interés individual”. .
Juan Guillermo Buriticá es transportador escolar y de servicios especiales desde hace seis años. Realiza siete recorridos para diferentes colegios de Medellín y en seis años de labores no ha sufrido un accidente. Dice que “es responsabilidad de todos mantener una buena seguridad vial”.
El secretario Iglesias contó que la administración contrató el transporte de 12.000 estudiantes de colegios y escuelas oficiales de la ciudad con 225 vehículos escolares, por valor de $21.000 millones al año.
Otra de las alternativas para que las distancias no sean un impedimento a la hora de asistir a clases es la disminución del 50 % en la tarifa del sistema metro.
Según la última resolución metropolitana, que actualizó los valores del pasaje, el tiquete para los alumnos del Aburrá cuesta $1.090 (pasaje frecuente vale $2.255) .