EPM contestó a la auditoría de control excepcional a los recursos del proyecto Hidroituango realizada por la Contraloría General de la República (CGR) y conocida el viernes pasado. En esta, el organismo concluyó que la gestión de la gerencia y control de la obra incumplió los objetivos que se propuso en materia de resultados físicos y financieros, además de principios de eficiencia y eficacia.
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El vicecontralor General de la República, Ricardo Rodríguez Yee, dijo que la conclusión de la auditoría se reduce a que “estamos enfrentados a un megaproyecto que tiene unas imperfecciones desde el punto de vista de su gestión fiscal. Estamos hablando de un exceso de inversión y de una cadena de decisiones que no fue afortunada frente a las condiciones constructivas”.
La CGR afirmó que, con los ingresos netos acumulados hasta el año 2045, el proyecto habría recuperado las inversiones de capital en activos y tendría un valor presente positivo de $17,91 billones, por lo cual “el periodo de recuperación de la inversión sería de aproximadamente 35 años”.
LO QUE DICE EPM
Según la auditoría, el retraso de al menos tres años en el cronograma de obra tuvo como consecuencia un presunto detrimento al patrimonio público por valor de $1,1 billones, correspondientes a la estimación del lucro cesante (dinero dejado de percibir por los daños) generado por el incumplimiento de EPM en la entrada en operación de las unidades 2, 3 y 4.
Además, el equipo experto de la CGR determinó y cuantificó la existencia de una destrucción de valor del proyecto por mayor valor de las inversiones por un valor de $2,9 billones, frente al Capex (costo de construcción) previsto al comienzo.
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La empresa respondió, en información relevante publicada en la Superintendencia Financiera, que respecto a los resultados cuantitativos de los hallazgos con incidencia fiscal y a la cuantificación del valor presente del proyecto realizada por la CGR, corresponden a cálculos propios realizados por esa entidad.
Indicó que para EPM, a pesar de la contingencia, el megaproyecto “sigue siendo viable técnica y financieramente”, toda vez que la inversión adicional requerida para su terminación presenta una rentabilidad positiva.
EPM concluyó que “una vez el proyecto entre en operación, empezará a generar flujos de caja considerables. La recuperación de la inversión se espera en el largo plazo como es natural en este tipo de proyectos”.