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2200 hombres le siguen el rastro a “Otoniel”

La toma masiva de algunos sitios en Urabá por parte de la Fuerza Pública ya ajustó seis semanas. Van 37 capturas.

10 de marzo de 2015
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Desde los tiempos de Pablo Escobar no se veía en Colombia una operación de la Fuerza Pública tan grande en contra de un narco.

La misión de 1.200 policías desplegados en la Operación Agamenón, y 1.000 militares asignados a la recién creada Fuerza de Tarea Neptuno, no es otra que destruir el imperio criminal de Dairo Úsuga David, alias “Otoniel”, el líder de la banda “los Urabeños” y el capo más buscado del país.

EL COLOMBIANO tuvo acceso al dosier de Agamenón, el esfuerzo que concentra a todas las especialidades de la Policía en 8 municipios del Urabá antioqueño y chocoano (Necoclí, San Pedro de Urabá, Turbo, Carepa, Apartadó, Chigorodó, Unguía y Acandí).

Según el documento, “esas zonas se han convertido en el centro del andamiaje y despliegue criminal” de la estructura, para el “tráfico internacional de cocaína, tráfico de armas, extorsión, minería ilegal, microtráfico, sicariato, presión violenta a la comunidad, zona de confort y refugio tradicional de los cabecillas”.

Desde que comenzó la acción, el pasado 3 de febrero, han sido capturados 37 presuntos integrantes del clan. Sobresalen los arrestos de Blanca Madrid y Hárlinson Úsuga, la cónyuge y el sobrino de “Otoniel”, respectivamente; así como de Abimael Coneo (“Torta”), el supuesto cabecilla político de la facción.

También fue recapturado Merardo Peña, uno de los protagonistas del escándalo del 27/12/13, cuando tres “urabeños” se fugaron de la cárcel El Pedregal de Medellín con una orden pirata de un juzgado de Canalete (Córdoba).

El día que más cerca habrían estado de “Otoniel” fue el 3 de febrero, cuando los comandos chocaron contra uno de sus anillos de seguridad en área rural de Unguía, frontera con Panamá. Allí murió un presunto escolta y otro quedó herido, incautándoles un fusil, un revólver, municiones, un computador y dos celulares.

Y el 23 de febrero decomisaron en el mismo municipio 3,1 toneladas de cocaína que iban para Centroamérica, con destino final en E.U., cuyo gobierno ofrece recompensa de 5 millones de dólares por Úsuga.

También han inmovilizado 4 de las cuatrimotos que emplean estos “urabeños” para desplazarse y les incautaron 20 kilos del explosivo anfo.

Para recuperar la confianza de la gente y arrebatársela a los narcos, los uniformados emplean camiones cisterna para repartir agua en sitios sin acueducto, como el corregimiento Nueva Antioquia de Turbo; y la vereda La Changa y los corregimientos Caribia y Mello Villavicencio de Necoclí.

“No solo se trata de golpear a una banda, sino de llevar respuestas a comunidades que están altamente expuestas a las economías criminales”, indicó el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón.

El trabajo con la comunidad incluye la repartición de 25.000 volantes con los rostros de los cabecillas perseguidos, haciendo énfasis en que a la fecha se han pagado recompensas de hasta 1.300 millones de pesos por información que ayudó a capturar a otros líderes desde 2009.

Además de “Otoniel”, la Policía enfocó su operación en los otros miembros de la cúpula de “los Urabeños”: alias “Marcos Gavilán”, “Nicolás”, “el Indio” y “Guagua”, quienes sostienen un aparato criminal de 2.650 integrantes en 17 departamentos de Colombia y redes en América y Europa.

El general Rodolfo Palomino, director de la Policía, invitó “a la comunidad de Urabá, a los buenos urabeños, a que con su información ayuden a capturar a ‘Otoniel’ y se ganen la recompensa. Aquí nos vamos a quedar el tiempo que sea necesario”.

38
días ajusta la operación sostenida en Urabá; en principio se planificaron 60.

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