Un juez de control de garantías envió a prisión domiciliaria al subcontralor de Antioquia, Rubén Darío Naranjo, quien fue capturado el pasado 9 de septiembre, en el marco de la operación “Contraloría de Bolsillo”, que investiga una presunta red de corrupción en el ente de control fiscal.
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Su esposa María Elena Escobar fue dejada en libertad durante la misma audiencia, aunque continúa vinculada al proceso penal. La Fiscalía anunció que apelará ambas decisiones.
Naranjo fue imputado por nueve delitos incluyendo concierto para delinquir, falsedad en documento público, prevaricato por acción, tráfico de influencias, cohecho, infracción al deber funcional, entre otros.
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Según la hipótesis de la Fiscalía, Naranjo usó su cargo para obtener beneficios representados en contratos con las empresas de su familia, Inversiones Naranjo Escobar y Transportes Farallones. A cambio, dijo el ente acusador, el funcionario permitía el supuesto amaño de los informes de auditoría.
A Escobar le imputaron los delitos de contrato sin el cumplimiento de requisitos legales y peculado por apropiación.
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Por este mismo caso fueron dejados en libertad otras 10 personas incluyendo al excontralor Sergio Zuluaga, tres contralores auxiliares y los alcaldes de Jardín, La Pintada y San Carlos.
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