Con 5.035 casos en 2016 y 1.008 en lo que va de 2017, la violencia intrafamiliar es el tercer delito de más impacto en Medellín, después del hurto a personas y las lesiones personales, hecho por el cual desde el Concejo se lanzó una voz de alerta para frenar este flagelo social.
Lo más grave es que en la ciudad las cifras desbordan la media nacional en la afectación a la población entre cero y cinco años: “Mientras en el país el maltrato a esta población está en 38 %, en Medellín estamos en 52.8 %”, denunció la concejala Nataly Vélez, quien hace un llamado urgente a fortalecer el presupuesto para los programas dirigidos a la protección del entorno familiar y frenar esta situación.
Según las cifras, el presupuesto asignado a la Unidad de Familia cuenta con $12.000 millones para el programa Familia Medellín; con $1.680 millones para los Centros Integrales de Familia; y $800 millones para el programa Volver a Casa, lo que los concejales consideran un recurso insuficiente para la demanda.
Lucha integral
Pero la violencia intrafamiliar tiene aristas diferentes a la afectación a los niños -aunque al final siempre resultan siendo víctimas-, como el maltrato a adultos mayores y a las compañeras sentimentales.
El concejal John Jaime Moncada pidió impulsar la prevención y la respuesta a la violencia de pareja y sexual: “se trata de impedir que el hecho violento se produzca”.
Luz María Múnera advirtió que las medidas tienen que ser integrales, “ir acompañadas de más inversión social, empleo, equidad de género y vivienda digna”.
Lo urgente es fortalecer las Comisarías de Familia, que en la ciudad solo son 25 y, además de atender casos de familia, terminan resolviendo hasta riñas, que el año pasado fueron en total 51.000.
El secretario de Inclusión Social, Familia y Derechos Humanos, Luis Bernardo Vélez, admitió la gravedad del problema y fue más allá: “el hecho de que crezcan las cifras nos alegra, porque significa que hay denuncias”, algo que antes era más complejo.
Señaló que hay que formar una red desde la Administración y que involucre a la sociedad entera, para proteger el entorno familiar y atacar las causas. “Hay que fortalecer las comisarías de familia, hay déficit en ese aspecto”, admitió