En el bajo mundo de Medellín y sus alrededores, hay piratas que pagan por información de tesoros. Cargamentos de oro y millonarias fortunas, legales e ilegales, son el botín que los motiva y que pone en marcha un aparato criminal que simula retenes y operativos policiales para ejecutar los asaltos.
Entre 2018 y lo que va de 2021, se han presentado nueve robos en el Valle de Aburrá, en los cuales los atracadores utilizaron uniformes de la Fuerza Pública para incursionar en oficinas, casas, urbanizaciones y locales, de acuerdo con información de la Policía Metropolitana y fuentes judiciales.
Esta es la reseña del caso elaborada por El Colombiano, con apoyo de Revelaciones del Bajo Mundo.