“América es la región más violenta del mundo”, según Petro. ¿Por qué?

El mandatario colombiano expresó esta opinión en un foro internacional, en Francia.

El presidente Gustavo Petro expuso sus ideas en el 5° Foro de París por la Paz, en Francia. FOTO: CORTESÍA DE PRESIDENCIA.

América es la región más violenta del mundo, a juicio del presidente Gustavo Petro, por encima de lo que ocurre en la frontera entre Rusia y Ucrania y las frecuentes matanzas y ataques terroristas del Medio Oriente.

Esta perspectiva la plantó el jefe de Estado durante el 5° Foro de París por la Paz, en Francia, frente a un auditorio internacional. Expresó que el narcotráfico ha desatado una violencia grave que ha afectado a muchos países del continente americano.

En sus palabras, “la región más violenta es América, en donde están las rutas clandestinas del transporte de la cocaína, ciudad y país por donde pasa va dejando un reguero de sangre que se cuenta por centenares de miles, un millón de muertos latinoamericanos, millones de presos por consumir drogas en Estados Unidos”.

Para ampliar lo que dijo el mandatario, es cierto que el narcotráfico, y el crimen organizado que lo regenta, es el principal generador de los homicidios y corrupción en América. Nuestro continente alberga zonas de cultivo, procesamiento, transporte, acopio y exportación de droga al resto del mundo.

Entre las zonas más completas están el área Andina, conformada por Colombia, Perú y Bolivia, donde se produce la cocaína que inunda los mercados globales, de acuerdo con los análisis de Europol.

Venezuela también juega un papel clave, como área de tránsito para la droga de exportación y escenario de disputas entre bandas transnacionales, lo que ha puesto a su capital, Caracas, entre las ciudades más violentas del mundo, según los ranking de organizaciones civiles tan conocidas como Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal.

La Triple Frontera, entre Brasil, Argentina y Paraguay, es un territorio copado por mafias de traficantes de armas y drogas, células terroristas y bandas dedicadas a la trata de personas.

Otro lugar crítico es el llamado Triángulo Norte de Centroamérica, conformado por Guatemala, El Salvador y Honduras, cuna de organizaciones sectarias de crimen transnacional, como “las Maras”.

Finalmente, México alberga a varios de los carteles más sanguinarios de la actualidad, como “Sinaloa”, “Jalisco Nueva Generación” y “Beltrán Leyva”, que se disputan la distribución de los narcóticos en Estados Unidos, la principal plaza de la droga latinoamericana.

Los conflictos y la crisis social derivada de las influencia del narcotráfico data de los años 80, golpeando a Latinoamérica durante cuatro décadas.