“Los colombianos observamos con profunda indignación la decisión del Presidente Petro de llamar a su lado un grupo de criminales, sacándolos de la cárcel para que lo acompañaran desde su tarima en una concentración política en la Alpujarra. Coincide este desprecio por el sufrimiento de las víctimas, con otro desafío abierto al orden constitucional y legal”.
Con estas palabras comienza el duro pronunciamiento publicado en la mañana de este martes por el expresidente (1990-94) y director del partido Liberal, César Gaviria, en contra de los hechos más recientes promovidos por el presidente Gustavo Petro.
En particular, el exmandatario cuestionó el evento público del sábado anterior en la Plazoleta de La Alpujarra, donde el jefe de Estado, miembros de su gobierno y congresistas aliados, realizaron un acto proselitista que incluyó a los voceros de las bandas criminales del Valle de Aburrá, a quienes trajeron desde la cárcel de Itagüí.
“El presidente Gustavo Petro ha reiterado su deseo de convocar una Asamblea Constituyente por fuera de los mecanismos legítimos previstos en la Constitución de 1991, y ahora insinúa hacerlo mediante una papeleta improvisada en las próximas elecciones. Esta iniciativa, lejos de ser un ejercicio democrático, representa una estrategia de confrontación, polarización y manipulación para abrirle camino a un proyecto personalista que desborda los límites del Estado Social de Derecho. No se trata de una simple coincidencia. Suponemos que la Constitución Petro se hará con una papeleta para ejecutar el Pacto de la Picota, evidenciado de manera vergonzosa en la tarima de la Alpujarra este fin de semana en Medellín”.
El Pacto de La Picota al que se refiere Gaviria es un término acuñado por la oposición para describir una supuesta alianza entre el petrismo y las mafias del país, con fines electorales.
Comenzó a escucharse en 2022, luego de que varios delegados del entonces candidato presidencial Gustavo Petro, incluyendo a su hermano Juan Fernando, fueron a visitar a varios peces gordos recluidos en la cárcel La Picota, de Bogotá.
En ese entonces, Petro explicó que la visita solo pretendía exponerles su proyecto de “paz total”.
“Buscar el apoyo de organizaciones criminales agrava aún más la intentona de Petro por romper el orden constitucional”, ratificó Gaviria en su comunicado.
Y añadió: “Estas propuestas confirman que Petro tiene una concepción autoritaria del poder. Cree que puede hacer lo que le venga en gana y como le dé la gana. Se concibe a sí mismo como El Supremo, sin límites que deba respetar, por encima de las Cortes y del Congreso, sin ningún respeto por las opiniones ajenas ni por los derechos de la oposición”.
A juicio del expresidente, el artículo 376 de la Constitución “señala que solo una ley aprobada por el Congreso puede convocar al pueblo para que sea este quien decida si convoca o no una Asamblea Constituyente. Esa ley debe precisar el número de delegatarios, su competencia y el periodo de sesiones. Luego la Corte Constitucional debe revisar la constitucionalidad de dicha ley. Después del aval de la Corte, el texto de esa ley es sometido a la decisión popular. No existe ninguna posibilidad jurídica de que una papeleta impuesta por el Presidente o un decreto del Ejecutivo sustituya este procedimiento”.
El hecho de que Petro busque convocar ahora a una Asamblea Constituyente, pretende sustituir su “fallida estrategia” de la consulta popular, y convertirse “en el eje de una campaña electoral anticipada y polarizante, que sirva de plataforma para movilizar a su base, dividir a la ciudadanía y debilitar a sus opositores”.
“El Estado Social de Derecho no se negocia, mucho menos con los criminales. No se elude, con argucias improvisadas. Se respeta”, concluyó el dirigente liberal.
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