En la primera visita oficial del presidente Iván Duque a Ecuador, se abordó el tema más complejo en la relación de ambos países: la seguridad, en especial en la zona limítrofe de ambos países.
Esta ha sido una prioridad para las dos naciones que estrecharon sus lazos de colaboración en la lucha contra un enemigo común, Wálter Patricio Arízala Vernaza, alias “Guacho”, comandante del Frente Oliver Sinisterra, una disidencia de la Columna Móvil Daniel Aldana de las Farc, quien se mueve como “Pedro por su casa” en la frontera y controla el negocio del narcotráfico acá y allá. Además, es el autor del secuestro y asesinato de tres miembros del diario El Comercio de Ecuador (Javier Ortega, Paúl Rivas y Efraín Segarra) en el primer semestre de este año.
Aunque las fuerzas de ambos países han dispuesto de sus mejores hombres para dar con “Guacho”, este objetivo ha sido esquivo. No ha sido capturado, ni muerto, y parece que está lejos de serlo.
La primera semana de noviembre de este año, EL COLOMBIANO estuvo en la zona de operaciones de alias Guacho, y constató que el Alto Mira y Frontera es el territorio donde mantiene el dominio de las economías ilegales y el control social. En pocas palabras: es dios y ley.
Y, aunque la Fuerza Pública colombiana tiene desplegados 10.000 hombres con el objetivo de encontrarlo, cuando un periodista y un fotógrafo de este diario acudieron a la zona no se encontraron con ninguno por río ni por tierra.
Sin embargo, de acuerdo con un análisis de los 100 primeros días del Gobierno de Duque, realizado por la Fundación Ideas para la Paz, en dicho periodo aumentaron 64 % las acciones ofensivas contra las disidencias, comparadas con el mismo periodo del 2017, y de ellas 17 % ocurrieron en Nariño.
Pero ‘“Guacho”, continúa operando en la frontera con Ecuador a pesar de los operativos en su contra”.
En uno de ellos, ocurrido el 15 de septiembre, el presidente aseguró que habría resultado gravemente herido, pero días después esa versión fue desmentida por el comandante del Ejército, general Ricardo Gómez Nieto, quien dijo que no había forma de confirmar que efectivamente lo hirieron.