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En una dura carta enviada al secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony John Blinken, 50 congresistas de ese país le pidieron a su Gobierno suspender la asistencia directa a la Policía de Colombia hasta que no se observen mejoras reales en el uso de la fuerza.
Según los altos funcionarios de ese Gobierno, “las fuerzas de seguridad de Colombia están más desatadas de lo que jamás hemos visto”, por lo que piden un pronunciamiento urgente por parte de Joe Biden, presidente de los Estados Unidos, “para denunciar de manera clara e inequívoca la violencia, pedir una desescalada inmediata, ayudar a calmar las tensiones y facilitar la inclusión social y política”.
En esas declaraciones que le exigen al gobierno Biden, los congresistas también exigen que se les pida a las fuerzas de seguridad de Colombia, en especial a la Policía Nacional y al Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad), que pongan fin al “uso indebido de la fuerza”, pues, según su percepción, la brutalidad policial está prolongando las manifestaciones.
“Cientos de videos ciudadanos muestran el uso agresivo e indiscriminado de armas letales y no letales contra ciudadanos en formas que violan tanto la ley colombiana como los derechos humanos internacionales. Según el Defensor del Pueblo de Colombia, al menos 42 personas han muerto, incluido un oficial de policía. Cientos más de civiles y policías están heridos”, argumentaron los congresistas.
Dentro de las peticiones, solicitan que Estados Unidos no envíe cooperaciones directas o indirectas al Esmad, pues afirman que los miembros de ese Escuadrón “tienen una formación que conduce a acciones agresivas y abusivas en contra de los civiles” y que son acusados de gran parte de las muertes que han ocurrido en medio de las protestas.
Así mismo, se pide que se suspenda la venta de equipos antidisturbios, capacitaciones o armas en general que pueden servirles al Esmad. “Las licencias de ventas militares en el extranjero y ventas comerciales directas deben suspenderse ahora mismo para evitar contribuir indirectamente a un mayor abuso y escalada”, reza la misiva.
Otras peticiones
Los congresistas también se manifestaron en contra de la militarización de ciudades y exigieron que el Gobierno del presidente Iván Duque respete y garantice el trabajo de los defensores de derechos humanos y periodistas en medio de las protestas.
Además, pidieron “rechazar públicamente declaraciones de altos funcionarios del gobierno, políticos, fiscales y otros que implican que las protestas, o actos de vandalismo y desorden, están planificados y coordinado por grupos terroristas. Tal retórica sirve como un pretexto peligroso para justificar una represión más dura y escalada de violencia contra la población civil”.
Por último, los funcionarios insistieron en la necesidad de mediar para que cese la violencia en Colombia. “Las fuertes declaraciones públicas y acciones de Estados Unidos pueden ayudar a Colombia restablecer la calma y la confianza y promover la promesa del acuerdo de paz de 2016 de resolver los desafíos mediante una amplia participación en el proceso político”, dice la carta.