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Destinos actuales de “los más buscados”

En 2012 eran 980. La conclusión: el que va por mal camino, mal termina. Solo quienes apostaron a la paz han tenido buen final.

  • ilustración Elena ospina
    ilustración Elena ospina
10 de diciembre de 2019
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En 2012 la situación de conflicto armado y seguridad ciudadana en Colombia se podía resumir en 48 carteles publicados por la Policía Nacional. Mostraban el rostro y la identidad de 890 personas quienes eran, en su momento, los más buscados por terrorismo, narcotráfico y delincuencia común.

EL COLOMBIANO indagó qué pasó con quienes, para ese entonces, eran los 40 de mayor importancia para las autoridades (ver fotografías). De ellos, 15 se encuentran libres y en camino a la resocialización, cuatro murieron en operaciones de la Fuerza Pública, 8 están cumpliendo penas en diferentes cárceles de Colombia y Estados Unidos, y otros 13, después de siete años, aún son buscados por las autoridades.

Es, en la práctica, la historia del crimen: mueren en su ley, terminan en la cárcel y quienes deciden enderezar el camino, andan la ruta de la resocialización y hoy no solo están vivos sino que también le aportan a la sociedad.

La mayoría de los más buscados, en 2012, eran guerrilleros de las Farc y el Eln. Los restantes eran cabecillas de bandas criminales, también requeridos por los Estados Unidos por narcotráfico.

Para esa época, el general (r) Óscar Naranjo era el director de la Policía Nacional. En diálogo con este diario, el oficial retirado explica que la estrategia de visibilizar objetivos de alto y mediano valor tenía tres propósitos.

“Uno era interrumpir la clandestinidad de delincuentes que pasaban desapercibidos frente a la comunidad. Segundo, generar un canal de comunicación de los ciudadanos con las autoridades para facilitar la denuncia. Tercero, generar sanción social porque descubrimos que lo que más les dolía era aparecer en esos carteles cuando aparentaban una vida en legalidad”, recuerda Naranjo.

El general (r) agregó que el mérito de estas estrategias es que se interrumpió la carrera criminal de delincuentes que se sentían intocables. “Al final lo que vemos es que la vida útil de los capos es cada vez más corta”.

Sobre la evolución del crimen en Colombia estos últimos años, Juan Pablo Paredes, consultor en seguridad, afirma que “claramente” la criminalidad y el delito son dinámicos.

“Uno ve cambios en menos de un año que tienen que ver con los golpes de las autoridades a esas estructuras y eso obliga a una innovación y evolución de la autoridad y la delincuencia”, dice.

Por su parte, el general retirado y exdirector de la Policía (2002), Luis Ernesto Gilibert, explica que el mapa criminal ahora es muy diferente, pero en su esencia todo sigue igual.

“Los actores pueden ser otros, muchos ya desaparecieron, pero la problemática sigue siendo la misma aunque un poco más dimensionada por la tecnología que no solo juega para las autoridades, también para los delincuentes y a estos les ofrece muchas nuevas alternativas”, añade el oficial retirado.

El general (r) Gilibert afirma que los carteles de los más buscados seguirán teniendo rostros, “pero el mensaje de las autoridades es: sabemos quiénes son y dónde pueden estar”. Y como sucede cuando se escoge el crimen como camino, seguramente van a terminar mal, tal y como lo demuestra el destino que acompañó a quienes, en estos carteles no le apostaron a la paz y reconciliación.

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