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El instinto de Corinto salvó a su gente de la avalancha de La Paila

Acostumbrada a reaccionar a las tragedias, el 80% de la población se salvó de la ira del lodo.

  • La creciente del río La Paila tapó parte del municipio de Corinto, Cauca. Se cree que la evacuación ayudó a salvar miles de vidas de la avalancha. FOTO afp
    La creciente del río La Paila tapó parte del municipio de Corinto, Cauca. Se cree que la evacuación ayudó a salvar miles de vidas de la avalancha. FOTO afp
09 de noviembre de 2017
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Un olor penetrante fue la primera señal de la tragedia que vendría. No habían pasado muchos minutos desde que empezó a llover a cántaros cuando el ambiente se llenó de este olor fétido a lodo. Corrían las 5:00 p.m. del martes.

Aunque Corinto es una población usualmente húmeda, de clima frío como las que pueblan la cordillera Central colombiana, en la región del Cauca, aquel golpe no era nada usual.

Las peores sospechas se confirmaron algunos minutos después, con el sonido sordo e inconfundible de la tierra al moverse. Pocas sospechas quedaban en ese momento para los casi 32 mil habitantes del municipio. Pero, por si quedaban algunas, las sirenas de los bomberos descartaron cualquier otra posibilidad: una avalancha se dirigía al pueblo.

“Todo el mundo gritaba en la calle, yo salí y una señora me dijo: corra que viene una avalancha. Cogí a mis dos hijos, de 3 y 5 años, y arrancamos a correr. Era un caos, todo el mundo corría”, relató Andrés Mauricio Arenas, uno de los damnificados al diario El País de Cali.

Sin tiempo que perder, el voz a voz entre los aterrorizados corintanos llamaba a llegar a la parte alta del municipio, lejos de los brazos de la creciente del río La Paila.

Tal reacción fue clave, pues se cree que un 80% de la población pudo evacuar sus viviendas y según el presidente Juan Manuel Santos, 3.000 habitantes de la ribera del río se salvaron de perecer por la avalancha. Infortunadamente, también se conoció que cuatro personas, entre ellas un bebé, murieron por el alud. Aparte, otras 18 personas siguen desaparecidas al cierre de esta edición y 29 más resultaron heridas.

Cuando el reloj llegó a las 6:30 p. m. y ya la gente se había reunido en las lomas del pueblo, el rumor se hizo realidad y el río, transformado en lodo, se tragó a los barrios El Pedregal, La Playa, y las veredas La Cristalina, Carrizales, Miravalle, Danubio, El Silencio y La Capilla.

A pesar de los fallecidos, hay una sensación de alivio pues el desastre pudo ser mayor. Después de todo, en Corinto no es desconocida la urgencia de tener que correr por la vida.

En varias décadas de conflicto armado, esta población del norte del Cauca, de fuerte ascendencia y presencia indígena, vivió duros enfrentamientos entre la Fuerza Pública y la guerrilla, que les obligaba a buscar refugio. Aparte de eso, no era la primera vez que La Paila les hacía pasar un buen susto.

“Como acá mantienen haciendo simulacros, nosotros no dudamos en salir a la calle... pues sí señor, cuando ya vimos el peligro se acercaba, nos trepamos en el cerro que está cerca”, comentó Lucia Quilcué, comerciante, al referirse a La Loma de Cruz, sitio de encuentro establecido.

La noche, como era de esperar, no trajo el descanso. No solo porque 8.000 personas no tenían techo sino porque el temor de una nueva avalancha los mantuvo a todos quietos.

Entretanto, todo el personal, Bomberos, Cruz Roja, Policía y el Ejército empezó con las labores de rescate. Cuando el sol volvió, los corintanos volvieron a sus casas a buscar si el río les había dejado algo de valor. Algunos se llevaron tristes sorpresas como los cuerpos sin vida de una mujer y su bebé, que fueron arrastrados por el río de lodo.

En otra vereda ocurrió lo mismo, pero con dos cuerpos de hombres. Así, inició el duro proceso de reponerse de las tragedias, como ocurrió con Mocoa y Manizales, hace algunos meses. Por lo pronto, son 256 personas reunidas en albergues.

Con la llegada del presidente a la zona, desembarcaron también las primeras ayudas. Se espera que lleguen más en los próximos días con algunas soluciones de vivienda y subsidios para quienes quedaron destechados.

Así Corinto, una población marcada por el conflicto y a veces estigmatizada por la causa indígena, centrará por algunos días más la atención de todo el país, esta vez el golpe fue de la naturaleza.

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viviendas fueron destruidas por la avalancha en Corinto, según primeros cálculos.
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