Si no aparece una nueva sentencia en su contra, lo que sería una novedad judicial, en el transcurso de las próximas dos semanas el exjefe paramilitar Freddy Rendón Herrera será un hombre libre.
Además, si alias “el Alemán” sale por la puerta de la cárcel de Itagüí, se convertirá en el excomandante de más rango de las desmovilizadas autodefensas en conseguir la libertad, tras cumplir 8 años de la pena alternativa establecida en el proceso de Justicia y Paz.
La defensa del excabecilla del Bloque Élmer Cárdenas de las Auc confía en que la deuda con la justicia está saldada luego de que el Tribunal de Justicia y Paz de Bogotá ordenó ayer la libertad del desmovilizado, tras revocar la decisión de una jueza de ejecución de penas que le había negado la libertad el pasado 18 de marzo.
Según su abogada, contrario a la decisión de la juez, que había determinado hace un mes que “mi defendido no había pagado ni estado ni un día en la cárcel por la condena de Justicia y Paz, el Tribunal validó la acumulación de penas”.
Agregó que “la decisión del Tribunal también revocó una orden de captura para que el postulado cumpliera una condena por un proceso judicial por homicidio”.
Al negarle la libertad hace un mes, la jueza indicó que había cumplido 8 años en prisión correspondientes a los delitos juzgados por la justicia ordinaria, pero no los incluidos en la sentencia de Justicia y Paz.
Esa interpretación jurídica, que lo alejaba de la libertad, generó reclamos de Rendón Herrera en esa audiencia. “El Estado miente, pacta algo (desmovilización y pena alternativa) y se legisla para eso, pero en el momento de las interpretaciones de la justicia transicional no cumple”.
Pero el fallo de ayer decidió en su favor al considerar que más de 1.000 hechos delictivos cometidos por los integrantes del bloque paramilitar, por los que se condenó a Rendón Herrera por línea de mando, fueron cometidos durante su pertenencia a las autodefensas.
Además, avaló que el postulado cumplió con los requisitos legales y tiene derecho a la pena alternativa que concede la Ley 975 (Justicia y Paz), el marco jurídico que permitió la desmovilización de las autodefensas entre 2003 y 2005.
Los magistrados reconocieron las confesiones para el esclarecimiento de la verdad por delitos cometidos, la participación en procesos de resocialización, la ubicación de fosas con restos de víctimas y entrega de bienes para la reparación, así como la cooperación en procesos judiciales por nexos de políticos, funcionarios y particulares con las autodefensas.
La Fiscalía se había pronunciado a favor de la libertad de Rendón con el argumento de que “cumplió con todos los requisitos de Justicia y Paz para la pena alternativa de 8 años, confesó 1.500 hechos de los más de 9.000 que se le adjudican al bloque Élmer Cárdenas de las Auc, del cual fue jefe, eso permitió esclarecer muertes, masacres, desplazamientos”.
Abogados de víctimas de desaparición forzada se opusieron a la libertad en un proceso en la justicia ordinaria, pero un magistrado negó ese recurso.
