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Candidaturas de papel: el extenso sonajero presidencial

La lista de aspirantes es tan amplia como el tiempo que falta para las elecciones.

  • La lista de candidatos para las elecciones de 2022 es tan extensa como el tiempo que flatan para los comicios. Foto: Edwin Bustamante Restrepo
    La lista de candidatos para las elecciones de 2022 es tan extensa como el tiempo que flatan para los comicios. Foto: Edwin Bustamante Restrepo
15 de febrero de 2020
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El discurso inicial del fiscal General de la Nación, Francisco Barbosa, movió más el panorama político que el judicial.

Durante su posesión este jueves, Barbosa invitó al contralor Carlos Felipe Córdoba, y al procurador, Fernando Carrillo, a apoyar la propuesta de que sus cargos tengan una inhabilidad de un año para lanzarse a la elección popular.

La iniciativa, incluida en el borrador de la reforma a la justicia que preparan el Gobierno y Cambio Radical, dejaría sin posibilidad de entrar a la carrera presidencial a Carrillo, quien concluye su periodo en 2021.

El procurador, una de las pocas figuras visibles de origen liberal a nivel nacional, y un crítico recurrente del Gobierno, en aspectos como la aspersión aérea con glifosato, no tomó bien el lance del Fiscal, y le respondió en medios: “No soy candidato a nada”.

Para Jaime Duarte, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Externado, este episodio hace parte de una suerte de cacería de brujas de candidatos presidenciales, una búsqueda de aspirantes que, a dos años de las elecciones, tiene el sonajero sobrecargado.

“Ante la escasez de figuras en los partidos, surgen varias opciones presidenciables. Pero de que suenen sus nombres a que tengan opciones hay mucha diferencia”, afirma.

Puntualmente, en el caso de los procuradores, los fiscales y los contralores, es común que sus nombres entren en las listas de opcionados a aspirar a la Presidencia.

Sin embargo, en muchos casos estos no llegan a lanzarse, como ocurrió con los anteriores contralores Edgardo Maya, Antonio Hernández Gamarra y con el exfiscal Néstor Humberto Martínez, de quien no se descarta esta opción.

Aquellos que sí se han aventurado, además, como el exprocurador Alejandro Ordóñez, los exfiscales Viviane Morales y Alfonso Gómez Méndez, no han pasado de una precandidatura.

Fractura uribista

La abundancia de nombres también ha llegado al partido de Gobierno, el Centro Democrático (CD). Los antiguos contendientes de Duque en la elección del candidato en diciembre de 2017 siguen contándose como fijos para 2022: las senadoras Paloma Valencia y María del Rosario Guerra; el actual ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo, así como Rafael Nieto, quien en este momento no tiene como tal un cargo.

Sin embargo, en la puja han entrado nuevos nombres: la senadora antioqueña Paola Holguín anunció desde enero su intención de aspirar, argumentando, según dijo a EL COLOMBIANO, que “debo empezar temprano porque no tengo aún reconocimiento a nivel nacional, la idea es llevar mi nombre a muchos colombianos”.

La figura del CD que se puso más recientemente en el tablero es la de la también senadora María Fernanda Cabal, quien en conversación con este diario confirmó su candidatura: “la gente es la que me postula”.

Cabal, además, se desmarcó de otros de los candidatos al criticar directamente a Iván Duque: “Este Gobierno ha debido contar con el partido, y con el presidente Uribe, desde el principio”, asegura.

La cantidad de aspirantes –que llega a 8, por lo menos– incomoda a algunos miembros del partido, como el caso del senador Ernesto Macías: “Todos los días aparece un nuevo candidato del partido a la Presidencia. Eso no es sano. Lamentablemente, nuestro partido no tiene hoy una orientación política para evitar esta anarquía”.

En contraposición, Holguín considera que “sería muy duro que el partido no tuviera liderazgos. Estos procesos empiezan con un abanico muy amplio, que se va reduciendo”.

Esta máxima aplica para todas las corrientes políticas. La extensa lista de aspirantes, que en esta ocasión se anticipó más de dos años a las elecciones, se irá decantando hasta ver cuáles tenían un asidero en votos, y cuáles perseguían únicamente un titular de prensa

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