<img height="1" width="1" style="display:none" src="https://www.facebook.com/tr?id=378526515676058&amp;ev=PageView&amp;noscript=1">
x
language COL arrow_drop_down

Extradición de Otoniel: así han hablado otros excapos desde Estados Unidos

Exparas como Mancuso y “don Berna” han hablado después de su extradición. Víctimas pierden participación en el caso.

  • El exjefe del Clan del Golfo Dairo Antonio Úsuga, alias Otoniel, será extraditado como otros exparas que ya están en Estados Unidos. FOTOS: COLPRENSA
    El exjefe del Clan del Golfo Dairo Antonio Úsuga, alias Otoniel, será extraditado como otros exparas que ya están en Estados Unidos. FOTOS: COLPRENSA
18 de abril de 2022
bookmark

Desde las mismas cárceles que esperan a “Otoniel” en Nueva York y Florida, otros de los excapos más importantes de Colombia han contado sus verdades y colaborado con la justicia colombiana delatando nombres propios, rutas y modus operandi de los grupos de narcotráfico y paramilitarismo a los que pertenecían.

Para el caso puntual del máximo exjefe del Clan del Golfo, Dairo Antonio Úsuga, esa responsabilidad con las víctimas de contar la verdad sobre lo que sucedió en el conflicto ha sido el único salvavidas que lo ha mantenido en el país tras su captura el 25 de octubre de 2021.

De no ser por ese compromiso al que él mismo ha apelado, su extradición a Estados Unidos se hubiera dado en menos tiempo y sin las condiciones que pidieron la Corte Suprema de Justicia y la Jurisdicción Especial para la Paz que incluyen, entre otras cosas, la obligación para el gobierno estadounidense de dejarlo conversar con la justicia colombiana desde allá y la devolución inmediata de “Otoniel” una vez cumpla su condena.

De hecho, el principal argumento de los abogados de Úsuga y de quienes piden que se mantenga en el país ha sido esa premisa de que, una vez esté en Estados Unidos, el exnarcotraficante perdería los incentivos para contar la verdad y solo colaboraría con los jueces neoyorquinos dejando por fuera esos testimonios importantes que ayudarían a esclarecer lo que ocurrió en el país.

Testimonios desde EE.UU.

Sin embargo, los antecedentes judiciales muestran que la extradición en sí misma no implica la pérdida de contacto entre los criminales y la justicia nacional. Registros que datan desde 2011 muestran comunicaciones constantes, por correo o por videoconferencias, en las que los exnarcos han respondido a preguntas puntuales de sus víctimas.

Ese es el caso de exparamilitares como Salvatore Mancuso Gómez, quien fue el máximo jefe de las Autodefensas Unidas de Colombia, y de Diego Fernando Murillo Bejarano, alias don Berna, otro exnarcotraficante y exparamilitar del tamaño de los hermanos Castaño que llegó a comandar el famoso grupo criminal conocido como “la Oficina” y a liderar buena parte de las AUC.

Para el caso de Mancuso, las comunicaciones han sido variadas y distribuidas en el tiempo desde su extradición a los Estados Unidos en 2008. Ha testificado para Justicia y Paz, la Fiscalía General de la Nación y entidades más recientes como la Comisión de la Verdad y la JEP.

Desde su celda, el exjefe de las AUC salpicó a generales (r) como Iván Ramírez Quintero y Rito Alejo del Río con supuestos nexos con grupos paramilitares para pactar apoyos militares y económicos.

En épocas y circunstancias distintas, don Berna también ha hablado con las autoridades colombianas mientras paga su condena de 31 años de prisión en cárceles estadounidenses. Por medio de Justicia y Paz, Diego Murillo detalló en 2016 cómo se dieron las famosas “chuzadas del DAS” y las supuestas participaciones directas de funcionarios del gobierno de Álvaro Uribe Vélez.

En paralelo, Don Berna también describió todo un plan que llevó a cabo de la mano de agentes del Estado para desprestigiar a las altas cortes y limitar su reputación y poder para las épocas más álgidas del conflicto armado.

El riesgo de no hablar

Pese a esos antecedentes, lo cierto es que también hay otros excapos que se han negado a entablar conversaciones o responder preguntas de la justicia y de las víctimas desde Colombia.

Exparamilitares como Rodrigo Tovar Pupo, alias Jorge 40, y Daniel Rendón Herrera, alias don Mario, fueron extraditados a Estados Unidos dejando muchos interrogantes en Colombia dentro de los expedientes que los involucran.

El hermetismo de “Jorge 40” fue tal, que Justicia y Paz lo expulsó en 2015 por no aportar ni una pizca de verdad sobre el conflicto armado del que hizo parte.

Y lo mismo ocurrió con “don Mario”, cuyas víctimas aún reclaman verdad y reparación tras el silencio que ha sostenido desde su extradición en 2018.

Con esos dos caminos abiertos –el de contar la verdad o guardar silencio– surge el interrogante de qué espera hacer “Otoniel”, un hombre que desde su captura ha ido soltando a cuentagotas lo que sabe sobre sus épocas como guerrillero y como paramilitar.

Lo delicado del asunto es que la decisión que tome solo dependerá de él y de la estrategia que su defensa decida para intentar tenerlo el menor tiempo posible dentro de una cárcel.

Según la experiencia de la abogada penal Tania Parra, quien ha acompañado varios procesos de extradición, la justicia estadounidense no puede obligar a un extraditado a hablar sobre temas puntuales en Colombia como el conflicto armado.

“Es más, ni siquiera están interesados en eso. A Estados Unidos solo le importan los delitos relacionados con narcotráfico”, detalla Parra.

Lo que sí tendrá Úsuga será una presión mediática y judicial en Colombia para que encienda el ventilador sobre los grupos a los que perteneció, las víctimas que desapareció y asesinó y los grupos empresariales que ayudaron a financiar esos ríos de sangre.

Por ahora, la defensa del excapo ni siquiera ha considerado que él hable desde allá. En diálogo con EL COLOMBIANO, una de las abogadas de “Otoniel” aseguró que por ahora no ha sido un tema a tocar, pues están concentrados en responder a la medida de extradición que firmó el presidente Iván Duque el pasado viernes y para la que tienen 10 días hábiles para apelar.

En todo caso, para Parra es claro que la extradición sí limita la participación de las víctimas en los procesos. “He estado en algunas de esas audiencias en las que los extraditados hablan desde Estados Unidos. Se pueden lograr las confesiones, pero ni las víctimas ni sus representantes legales tienen cabida en esos espacios”, concluyó la abogada

Te puede interesar

El empleo que busca está a un clic

Las más leídas

Te recomendamos

Utilidad para la vida

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD