La posibilidad de que la confrontación armada entre el Gobierno y las Farc termine este diciembre con la quemada del Año Viejo, se asoma en el horizonte tras la última declaración del presidente Juan Manuel Santos en la Casa de Nariño.
En un acto público, expresó la voluntad de “hacerle un llamado a las Farc, que hagamos un esfuerzo para terminar antes. El comandante de las Farc (“Timochenko”) inclusive mencionó: ‘¿por qué no darle un regalo de Navidad al país?’, y como dicen, le cojo la caña. Hagamos ese esfuerzo para que de aquí al 31 de diciembre podamos, por ejemplo, terminar el punto cinco, el del fin del conflicto, y así decretar un cese al fuego bilateral y verificado internacionalmente a partir del 1 de enero”.
En su Twitter ratificó que los “negociadores (del Gobierno) tienen instrucción de acelerar el punto del fin del conflicto para evaluar posibilidad de decretar cese bilateral verificable el 1/1/16”.
De lograr ese cometido, luego de 51 años de guerra, solo quedaría pendiente el punto sobre la “implementación, verificación y refrendación” de lo acordado en la mesa de conversaciones, antes de suspender las negociaciones el 23 de marzo y entregar las armas 60 días después, según lo pactado en septiembre entre Santos y “Timochenko”.
Quizá por casualidad, el anuncio de Santos se dio tres horas después de que el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, resaltara una operación militar en la cual murieron cuatro presuntos miembros de las Farc en Caquetá, y otros dos fueron capturados. “Entre los neutralizados está Ana Beatriz Anturi, alias ‘Mona Argenis’, cabecilla de extorsión y narcotráfico del frente 14 y quien llevaba 27 años en este grupo terrorista”, dijo.
A favor y en contra
La proposición del Presidente tuvo eco inmediato en la clase política. El senador Alberto Castilla, del Polo Democrático, señaló que la “propuesta de cese bilateral muestra que Colombia se encamina hacia la construcción de paz”.
Carlos Fernando Galán, senador de Cambio Radical, opinó que “es un buen paso siempre y cuando las Farc dejen de extorsionar y traficar con droga”.
El dirigente del opositor Centro Democrático, Óscar Iván Zuluaga, cuestionó la idea. “Santos propone cese bilateral cuando Farc se disfraza de Eln en varias regiones de Colombia para seguir delinquiendo”.
Y su copartidario, el senador Ernesto Macías, replicó que el “cese bilateral no puede existir mientras existan grupos terroristas. Santos tiene afán de firmar con las Farc, sin importar consecuencias”.
El negociador guerrillero Rodrigo Granda respondió en Twitter: “Navidad sin temores. Cuando se desea dar algo, se hace en el mejor momento. 16 diciembre comienzan aguinaldos. ¿Por qué esperar al 1 de enero?”.
Al margen de lo político, la aparente inminencia del cese bilateral abre un abanico de interrogantes: ¿es prudente hacerlo sin la firma del Acuerdo Final? ¿Las Farc entregarán antes las armas o dónde las tendrán? ¿Habrá concentración de su tropa en algún sitio? ¿Lo que resta de año es tiempo suficiente para terminar el quinto punto de la agenda? (ver recuadro).
El jefe negociador del Gobierno, Humberto de la Calle, comentó que “en la Subcomisión Técnica se abrió la posibilidad de que si llegamos a lograr seriedad y capacidad de que organismos internacionales puedan verificar, el cese podría tener lugar antes de la firma, esto sujeto a los avances en los temas de fin del conflicto y justicia que aún están en discusión”.
5
meses restan para llegar al plazo límite de las negociaciones en La Habana.
