A mayor tierra legalizada para el campesino, menor es la proporción de hectáreas de coca en los municipios de Colombia. Esta es una de las conclusiones del académico paisa Santiago Tobón, galardonado con uno de los reconocimientos más importantes en Economía.
Se trata del premio Medalla Juan Luis Londoño de la Cuesta, otorgado por la fundación del mismo nombre y Fedesarrollo, al colombiano de 40 años o menos, “que merezca un reconocimiento por el impacto en el bienestar de los colombianos de sus aportes en investigación, diseño y ejecución de políticas relacionadas con pobreza, protección social, educación, conflicto y justicia”, entre otras áreas, según los requisitos de las entidades organizadoras.
Tobón, de 37 años, es profesor de Economía y director del Centro de Investigaciones Económicas y Financieras de Eafit. La medalla se entrega desde 2008 y es la primera vez que la obtiene un académico de una universidad antioqueña. Entre los méritos que le valieron el galardón, están sus investigaciones sobre la reincidencia delincuencial y el sistema penitenciario, crimen organizado y seguridad ciudadana, de las cuales conversó con EL COLOMBIANO.
Hablemos de sus hallazgos en la investigación de la reincidencia delincuencial...
“La idea del sistema penitenciario es que alguien sienta miedo de ir a la cárcel y desista de cometer un delito; el mismo castigo de enviar a alguien a la cárcel, debería servir para que rompa su círculo criminal, pero eso no está ocurriendo. En una cárcel como Bellavista, uno se encuentra un gran drama humano, allá llega una persona que no pertenece a ningún grupo criminal, y probablemente tendrá que trabajar para uno, porque tiene que pagar para tener una celda o una cama buena. Lo que trato de estudiar en ese trabajo, que es parte de mi tesis doctoral, es cuál es el efecto de las malas condiciones de reclusión sobre la reincidencia. Y lo que he encontrado es que más malas condiciones de reclusión llevan a mayores tasas de reincidencia. Esto genera un círculo vicioso, porque estás encarcelando gente con la expectativa de que eso sirve para algo, y lo único que estás haciendo es llevándolos más directo a la carrera criminal”.
¿Por qué la gente que llega a una cárcel con malas condiciones, tiene más probabilidades de reincidir?
“Primero, porque no se puede resocializar y pierde capital humano, como su capacidad de trabajo en el mercado legal. Segundo, desarrolla más capital criminal: ¿dónde se hacen más contactos para cometer delitos?, ¿dónde es más fácil que te recluten para un grupo ilegal? Pues en prisión. Y tercero, hay un comportamiento retaliativo frente a la sociedad: la gente que va a cárceles más malas, tiene una probabilidad más alta de morir, porque la atención en salud es mala y la violencia es más grave. Cuando el castigo es de forma inhumana, la persona tendrá menos incentivos para comportarse bien al salir”.
El hacinamiento es un grave problema, ¿qué debe hacer el Gobierno para mitigarlo?
“Lo primero es construir más cárceles, hay una oferta carcelaria insuficiente y se necesitan más cupos. Lo segundo, racionalizar el uso de la cárcel, para lo que hay varias alternativas: que haya menos delitos que envíen a la persona a prisión, así se descongestiona el sistema; que las penas sean más cortas, para que la rotación sea frecuente, porque las penas carcelarias tienen lo que en economía llamamos rendimientos marginales decrecientes, o sea, para cierto tipo de delitos hay una pena de 30 años y subirla a 35 o 40 no tiene ningún efecto sobre ese comportamiento, no tiene capacidad disuasiva y de eso hay muchos estudios. Lo tercero es usar penas alternativas, como el monitoreo electrónico, que en Colombia no funciona bien porque no hay capacidad ni recursos, pero es más barato monitorear una persona por fuera que adentro de la cárcel, el cupo carcelario es más costoso porque hay que cubrir gastos adicionales”.
En cuanto a la seguridad ciudadana, ¿qué tareas pendientes tiene el Estado?
“Hay que ir a la causa raíz del problema. Es absurdo el debate de cada mes, de si prohibimos o no el parrillero en moto, eso es superficial, según la evidencia no sirve para nada. ¿Por qué hay hurtos? Porque hay unas cadenas de valor alrededor de los hurtos: por ejemplo, mientras siga la demanda ciudadana por partes de carro robadas, que se venden en zonas de la ciudad que todos conocemos, seguirá ese hurto. Otro tema tiene que ver con el mercado de droga, Colombia debe tener una discusión franca sobre legalizar la marihuana. Mucha de la violencia se explica en el ejercicio de grupos criminales de proteger sus rentas monopolísticas de la venta de marihuana. Hay evidencia sobre el consumo de droga en jóvenes, como resultado de la legalización, que sugiere que no hay un aumento; legalizar no implica aumentar la demanda y podría disminuir la violencia. Los cambios estructurales en patrones de criminalidad se dan con decisiones de esa naturaleza, no pensando si van a prohibir el parrillero o no”.