Con un partidor –a 310 días de las elecciones locales– en el que hay 24 candidatos a la Alcaldía de Medellín y siete a la Gobernación de Antioquia, se evidencia que en sus redes sociales un termómetro que mide sus apuestas, sus intereses y la manera cómo interactuan con sus seguidores. Desde ya hay algunos que puntean y otros que practicamente no existen.
Por esta razón, EL COLOMBIANO inicia un seguimiento a las redes sociales (Twitter, Facebook, Instagram) de los candidatos, que se irá publicando periódicamente, en el que plasmará los movimientos de los aspirantes en las redes.
Juan Sebastián Delgado, docente y consultor en marketing digital, quien además se encargó de realizar el rastreo y la medición de este informe, basado en una herramienta especializada para estos seguimientos, denominada “ToolData” explicó que el periodo analizado fueron los últimos 100 días, hasta el pasado 10 de diciembre. Entre las conclusiones están que, hasta ahora, ninguno de los candidatos “domina” en todas las redes sociales, es decir, en cada una hay alguno que tiene más seguidores. No hay un rey.
Sin embargo deja claro que quienes ya tienen una carrera política consolidada y pública “han aumentado significativamente sus seguidores” y agregó que hay muchos candidatos que aún no se han activado con sus redes sociales. Por ejemplo, ni siquiera han migrado sus cuentas personales de Instagram a cuentas profesionales las cuales les darían indicadores y se podrían medir.
Señaló Delgado que la red social donde mayor número de interacciones se generan es Facebook, aunque la de mayor crecimiento es Instagram.
Los temas que les afanan a los candidatos son bastante amplios y van desde sus propias candidaturas, educación, Hidroituango, Acuerdo de Paz, entre otros.
Nury Astrid Gómez, especialista en Comunicación Política, explicó que la importancia de que los candidatos activen sus redes sociales es, básicamente, porque las nuevas audiencias son consumidoras de información instantánea, de corta vida, sin filtros y de masividad superficial, “que antepone emociones antes que argumentos, pruebas y evidencias antes que circunstancias”, y agregó, que un candidato que no entienda estas formas de comunicarse de sus nuevos votantes, “pierde espacio para crear opinión y propiciar conversación y reduce estas plataformas a meros espacios de difundir su propio ego”.
