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En la controversia por la visita de Juan Fernando Petro, hermano de Gustavo Petro, a la cárcel La Picota de Bogotá surgió un actor protagónico: la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz (CIJP). El nombre de esta organización no gubernamental trascendió porque el candidato presidencial del Pacto Histórico trató de librarse con ella de toda responsabilidad por la reunión en la que se habló sobre el ‘perdón social’ para corruptos y parapolíticos presos.
Ante las críticas por contactarse con presos en plena contienda presidencial, Petro recurrió a esa ONG para señalar que fue la encargada de acercarse a Iván Moreno Rojas, Martín Morales Diz y otros personajes condenados por corrupción o parapolítica, y en sus explicaciones el candidato aseguró que esa es una organización de derechos humanos independiente que nada tiene que ver con su campaña.
Esa afirmación de Petro es imprecisa, pues la CIJP le ha brindado apoyo público a su candidatura y opiniones, lo que desvirtúa la versión de independencia. Detrás de esta organización está Danilo Rueda, su representante legal, quien además de coordinar las actividades de esta ONG, también lidera el medio digital Contagio Radio –de línea petrista– y ha tenido cercanía con otros políticos de izquierda –hoy son aliados de Petro– como Iván Cepeda y Piedad Córdoba (ver Para Saber Más).
Rueda se convirtió en una figura clave en la cuestionada visita a La Picota, pues entró junto a Juan Fernando Petro y Pedro Niño, abogado del condenado exgobernador ‘Kiko Gómez’, a hablar de ‘perdón social’ con el grupo de políticos presos, tema que tiene a Gustavo Petro enredado con la que sus contradictores aseguran fue un intento de pactar un acuerdo electoral a cambio de beneficios judiciales.
ONG que hace política
La CIJP se autodenomina como una organización que durante 29 años ha defendido los derechos de personas y procesos organizativos rurales y urbanos frente al Estado y actores privados. En ese sentido, esa ONG ha hecho activismo en defensa de víctimas del conflicto armado e incluso hizo una férrea oposición a la extradición de alias Otoniel, jefe del Clan del Golfo, para que hablara antes de ser extraditado a los Estados Unidos.
No obstante, la labor social no es la única que hace esta ONG, pues entre sus expresiones públicas ha estado la opinión política orientada especialmente hacia la candidatura de Gustavo Petro. Esta situación ha quedado en evidencia en sus publicaciones en Twitter, donde publican opiniones en defensa del aspirante presidencial, comparten sus columnas de opinión y le agradecen por ir a sus eventos.
Además, hay dos datos que han levantado suspicacias sobre los nexos de esta ONG con temas políticos. El primero tiene que ver con Rueda –quien al cierre de esta edición decidió no pronunciarse–, pues EL COLOMBIANO pudo establecer en el Registro Único Empresarial y Social que él aparece como representante legal de la CIJP y a tiene ese mismo rol en el Contagio Radio, cuyos enfoques se concentran en defender los planteamientos de Petro y enfrentar a sus contradictores.
El segundo tiene que ver con las direcciones de dicho medio alternativo y de la organización (Carrera 37a # 25B-42, en Bogotá), que es exactamente la misma para ambos casos, lo que permite suponer que efectivamente la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz y Contagio Radio son parte de una organización dirigida por Rueda y enfocada en dos frentes: el político y el social.
¿Lavan las manos de Petro?
Esta ONG que recibe financiamiento del Fondo Noruego para los Derechos Humanos, la Federación Luterana Mundial y la Obra Episcopal de la Iglesia Católica alemana, fue un salvavidas para Gustavo Petro en medio de los cuestionamientos por el perdón social para los políticos presos.
Tanto así que publicaron un comunicado en el que lo libran de responsabilidad y tratan de desligarse de su campaña planteando que no hablaron de ‘perdón social’, aunque el propio Petro lo reconoció en su primera declaración