La líder social Francia Márquez se consolidó en las elecciones del domingo como un nuevo fenómeno político. Con 783.160 votos, fue la tercera precandidata más respaldada de las tres consultas presidenciales que eligieron a su candidato único para la contienda en primera vuelta del 29 de mayo.
Márquez, una mujer negra de Suárez, Cauca, aterrizó en la contienda política sin haber tenido en su hoja de vida alguna experiencia en esta arena y sin maquinarias detrás de ella. En su aspiración la rodearon movimientos feministas y un gran sector de jóvenes de izquierda identificados con su propuesta social y su postura sobre temas como la dignidad, el racismo y el respeto por las minorías.
Con el aval del Polo Democrático Alternativo, la defensora del medioambiente se impuso en la lista del Pacto Histórico y aunque, como era de esperarse, no superó los votos de Gustavo Petro, que resultó ganador de esa convergencia, sí fue la gran sorpresa de la jornada electoral.
Márquez no ganó la consulta en ningún territorio de mayoría afro, pese a que con esa comunidad ha construido su proyecto social y a que uno de las promesas de su campaña era trabajar por derribar el racismo estructural.