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Salud mental en Colombia está en sala de urgencias

Es un área desatendida, estigmatizada que no se incluye dentro de la atención primaria en salud. Hoy las consecuencias son extremas.

  • ILUSTRACIÓN MORPHART
    ILUSTRACIÓN MORPHART
Salud mental en Colombia está en sala de urgencias
08 de febrero de 2015
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¿Cada cuánto va usted al psiquiatra? Probablemente la respuesta sea pocas veces o nunca. Tal vez, porque no existe la costumbre de visitar a estos especialistas o porque se estima que en el país solo existen 2.1 psiquiatras por cada 10.000 personas, un número insuficiente para atender de manera oportuna las demandas de salud mental de la población. Más si se tiene en cuenta que Colombia es un país que lleva muchos años enmarcado en un contexto de violencia.

Así como se cuida la salud oral o la cardiovascular, deberíamos invertir en atender la mente, en visitar al psiquiatra. ¿Cuándo? Por una enfermedad o situación estresante, por insomnio, cambio de ánimo, disminución en el rendimiento laboral, académico, por problemas de pareja, de socialización o simplemente, por chequeo preventivo. El problema es el estigma, ese que de manera ignorante se le ha puesto a este tipo de consultas. Algunos hablan de locura, agresividad y otros, de estar fuera de la realidad, pero nada más lejano a eso.

En Colombia hace falta educar para prevenir, diagnosticar, tratar y rehabilitar en salud mental.

La Organización Mundial de la Salud, OMS, define la salud mental no solo como la ausencia de trastornos mentales. Se refiere a ella como “un estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad”. Subraya la entidad que en lugar de proporcionar atención en grandes hospitales psiquiátricos, los países deberían integrar la salud mental en la asistencia primaria, ofrecer atención de salud mental en los hospitales generales y crear servicios comunitarios de salud mental.

Ahí, en esos últimos apuntes, parece ser que algunos países fallan. No solo en Colombia sino en occidente el mayor problema fue separar la salud mental de la física, cuando una es consecuencia de la otra.

“La salud mental es un contexto amplio que se relaciona con salud a nivel general. Tú en China vas a consulta al médico porque tienes ovario poliquístico, él indaga la parte ginecológica pero también pregunta si fuiste víctima de abuso, o si tienes esposo maltratador, porque esas dos circunstancias podrían también generar ovarios poliquísticos, no es solo por un desequilibrio hormonal. Si también tienes un desequilibrio emocional por trauma a nivel sexual eso podría generar ovarios poliquísticos. Ese es uno de tantos ejemplos al respecto, por lo que separar la salud física y mental es un error”, explica Miguel Ángel Sabogal, presidente de la Asociación Colombiana para la Salud Mental.

Patologías en aumento

Lo más preocupante hoy no es exclusivamente el desenlace de las alteraciones psiquiátricas sin tratamiento oportuno, sino el incremento de estas patologías y la falta de atención médica.

Según los especialistas, en el país se ha incrementado el consumo de sustancias psicoactivas y alcohol, y lo más grave: cada vez a edades más tempranas, siendo esta una de las condiciones que predispone a la aparición de alteraciones mentales.

Lo delicado del asunto es que entre más temprano comience el consumo, más severas serán las consecuencias, pues “el cerebro está en pleno proceso de maduración y eso se completa después de los 20 años. Cuando no se deja madurar el cerebro, las últimas funciones cerebrales que se maduran son el autocontrol, la planificación, las emociones y entonces comienzan esas manifestaciones de impulsividad”, explica el toxicólogo Hugo Gallego.

Las más frecuentes

Señala Sabogal que enfermedades mentales hay alrededor de 53, sin embargo, en Colombia la depresión, los trastornos de ansiedad y las adicciones ocupan los primeros lugares. Todas estas, patologías prevenibles si se detectan a tiempo.

UN ESTADO DE TRISTEZA PROFUNDA

Así se describe la depresión. Una tristeza continua que se sostiene en el tiempo y altera la función de la persona. “Se pierde el sentido de vida y la motivación. El 50 por ciento de quienes tienen síndrome depresivo piensa en tomar decisiones extremas como un escape a sus síntomas. El 20 por ciento lo intenta y del 10 al 15 por ciento muere cuando no es tratado a tiempo”, explica José Mario Gómez Lizarazo, psiquiatra coordinador de adicciones del Hospital Universitario San Vicente Fundación.

Muchas veces subdiagnosticada, la depresión es una enfermedad frecuente en todo el mundo, y calcula la OMS que afecta a unos 350 millones de personas. En estos casos, es importante diferenciarla de las variaciones del estado de ánimo en la vida cotidiana.

Dependiendo del número y de la intensidad de los síntomas, los episodios depresivos pueden clasificarse como leves, moderados o graves.

Algunos pacientes presentan alteraciones del sueño y del apetito, sentimientos de culpa y baja autoestima, dificultades de concentración e incluso síntomas sin explicación médica. Algunas dificultades para mantener las relaciones sociales y laborales también son frecuentes.

LOS TRASTORNOS DE ANSIEDAD

Aquellos como el estrés postraumático, las fobias, las ansiedad generalizada y el trastorno de pánico son el grupo de enfermedades mentales más frecuentes en Colombia, son más comunes en las personas con antecedentes de comorbilidad con abuso de sustancias, conflictos en la infancia, nivel de ingreso más alto y enfermedades físicas.

Según Gómez Lizarazo, el trastorno generalizado de ansiedad es el más común, caracterizado por una preocupación extrema e hipervigilancia.

“Cierto nivel de miedo y preocupación son necesarios para vivir, pero exagerado y sostenido es patológico, llega a bloquear el funcionamiento normal de la persona, afecta las relaciones sociales, de pareja, también se ha relacionado con enfermedades cardiovasculares y autoinmunes”, señala el experto.

Los pacientes con este tipo de patología sufren ataques breves de intenso miedo y terror, a menudo acompañado de síntomas como temblores, agitación, confusión, mareos, desvanecimiento, náuseas y dificultad para respirar.

LAS ADICCIONES QUÍMICAS Y NO QUÍMICAS

Son de vieja data las correspondientes a sustancias psicoactivas, que desde 1997 son reconocidas por la OMS como enfermedades. Antes solo eran llamados malos hábitos. Sin embargo, según investigaciones, el alcoholismo y la farmacodependencia son la quinta causa de discapacidad y enfermedad en el mundo. El alcohol es la primera causa de muerte prevenible en las Américas y el cigarrillo, la primera causa de muerte prevenible en el mundo.

“Según el Ministerio de Salud, en la grandes capitales se consiguen 35 tipos de sustancias distintas en las calles y la marihuana es la más común. En Medellín se consiguen más de 12 tipos de marihuana y cada vez más aumenta el consumo de heroína intravenosa”, advirtió Gómez Lizarazo.

Las adicciones más recientes son aquellas que están asociadas al abuso de la tecnología y como las anteriores, provocan cambios en la conducta y el comportamiento.

Este tipo de personas son más irritables, se concentran menos, pierden el apetito, hay cambios en los hábitos de alimentación, deterioro en relaciones interpersonales y familiares.

Según el toxicólogo Gallego, los consumos de estas sustancias y el trastorno por abuso o dependencia hace que aparezca, por ejemplo, la depresión asociada al alcoholismo. “En consumo regular o pesado de marihuana también se ha encontrado depresión y síndrome amotivacional, que parece una depresión que se va incubando por consumo prolongado por marihuana, también brotes psicóticos, trastorno afectivo bipolar, de personalidad, conductas compulsivas y trastornos de ansiedad”, explica.

¿Y la atención?

Si se retoma la cifra de 2.1 psiquiatras por cada 10 mil habitantes, para la población total de Colombia -cerca de 48 millones de personas-, se estimaría que cada especialista debería atender alrededor de 4.762 pacientes, una cantidad difícil de abarcar en cualquier sistema de salud .

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