Santos abrió debate sobre otro plebiscito por la paz

Para el presidente, esta opción podría quedar relegada frente a una implementación a través del Congreso. Congresistas están divididos.

ilustración Esteban parís

De la conversación entre el presidente Juan Manuel Santos y la primera ministra británica, Theresa May, surgió un dilema que será clave para definir el futuro de la paz en Colombia. Reino Unido está dispuesto a entregar apoyos económicos ante un eventual posconflicto, pero no hay certeza sobre la fecha de un nuevo acuerdo de paz ni de su implementación.

La prensa le preguntó al presidente Santos sobre este punto: “En un futuro muy próximo tendré la facultad de implementarlo a través del Congreso”, respondió. No obstante, más adelante aclaró que solamente “cuando se llegue a un nuevo acuerdo de paz” se decidirá si se somete a un plebiscito o si será implementado por el legislativo.

El presidente del Congreso, Mauricio Lizcano, explicó que lo que sucedería en el Congreso “sería una especie de refrendación-implementación, que fue lo que precisamente la Corte Constitucional dejó abierto en su sentencia sobre el plebiscito”.

Para algunos sectores políticos, la decisión de no realizar un nuevo plebiscito sería “peligrosa”. El senador Juan Manuel Galán, del Partido Liberal, dijo que es “preocupante que el presidente siempre haya dicho que los colombianos tendrían la última palabra. Ajustándose a esta premisa se debería llevar a cabo un segundo plebiscito que tendría toda la seguridad jurídica. De lo contrario, el acuerdo se puede demandar y pierde legitimidad”.

Desde otra orilla, el senador Jaime Amín, del Centro Democrático, considera que “es muy peligroso que el presidente Santos juegue póquer con la democracia colombiana. Implementar los acuerdos sin refrendación solo puede ser una salida si se negocian de fondo los acuerdos, teniendo en cuenta todos los puntos del No. Hasta ahora, el presidente sigue desconociendo la voluntad popular”.

¿Salida viable?

Contrario a lo que piensan Amín y Galán, otros senadores, como Armando Benedetti, consideran que el Congreso está habilitado para implementar un nuevo acuerdo: “Ya se han recogido las sugerencias de muchísimos sectores. Y aunque a mí me gustaría un nuevo plebiscito, el acuerdo se puede tramitar en el Congreso sin ningún problema”.

Como “una posibilidad perfectamente legítima y legalmente viable” califica el senador Iván Cepeda, del Polo Democrático, la opción de tramitar los acuerdos a través del Legislativo. “El presidente no tiene la obligación de refrendar los acuerdos por la vía popular. También está la opción de la vía de la democracia representativa. Ya se han agotado varias etapas y se han escuchado varias propuestas en La Habana. En el Congreso se puede resolver el tema del acuerdo de manera práctica”.

Andrés Úsuga, docente de la Universidad Pontificia Bolivariana, ve un futuro turbio para el acuerdo de paz si se somete al Congreso: “El presidente sabe que el voto popular no lo va a acompañar en estos momentos. La Constitución le permite implementar las reformas desde el Congreso, pero lograrlo no será fácil. Para el proceso de Justicia y Paz que adelantó el gobierno de Uribe hubo muchos cambios, y eso que era solo el tema de justicia. Imagínese lo difícil que sería implementar lo de tierras, víctimas, desarme. No creo que le den los tiempos al presidente”.

Para Mauricio Reyes, profesor de Ciencia Política de la Universidad Nacional, el presidente “está en una permanente búsqueda de legitimidad, pidiendo apoyo internacional para hacer contrapeso y eclipsar el mandato del No. Por ahora, Santos no está honrando a las mayorías que ganaron el plebiscito”.

1.230

millones de dólares representó el intercambio comercial entre Colombia y Reino Unido en 2015.