En poco menos de una década, Armando Benedetti pasó de referirse al expresidente Juan Manuel Santos como un dirigente “sereno, serio, decente y estadista” a llamarlo un “incompetente, inseguro, dubitativo” e incluso, “el más perverso de todos los políticos”.
Si bien como senador del Partido de La U el hoy ministro del Interior fue uno de los grandes aliados y más efectivos operadores políticos del entonces presidente Santos, hoy por hoy –bajo el mandato del presidente Gustavo Petro–, se ha establecido como uno de sus principales detractores.
De fondo persiste una discusión política frente a lo que opositores como el también expresidente Álvaro Uribe Vélez han llamado el ‘petrosantismo’. Lo anterior, en referencia a la supuesta alianza no formal entre Santos y Petro que supuestamente le permitió a este último llegar al poder 2022, pero que ahora –en las postrimerías del “Gobierno del Cambio”– parece haberse fracturado y estar herida de muerte.
“No existe”, ha insistido el nobel de Paz, calificándolo como una calumnia. Apenas ayer, Santos insistió en que nunca ha estado marcado con este Gobierno. “Es un invento de algunos”. En esa línea, negó que hubiese votado por el hoy jefe de Estado y ratificó su independencia: “Nunca he estado del lado, apoyando o haciendo parte del Gobierno. He estado independiente, no he estado metido en política”, afirmó.
Previamente, en una entrevista con Noticias Caracol, el expresidente Santos admitió que el entonces candidato Petro lo buscó para apoyar su candidatura; sin embargo, negó que hubiese dado su respaldo e incluso, sostuvo que se limitó a darle un consejo: que lo pensara dos veces antes de darle juego a Benedetti, advirtiendo que sería su “talón de Aquiles”.
“Le dije a Petro: ‘su talón de Aquiles se llama Armando Benedetti, porque lo conozco’ y mire ¿quién le alcahueteó la consulta popular? ¿quién le alcahueteó el ‘decretazo’? ¿quién le está alcahueteando ese esperpento de la Constituyente? Es el ministro de la política, del Interior y de Gobierno. Eso es muy diciente”, señaló Santos.
Además, alegó que lo que la historia va a decir sobre el Gobierno de Petro serán sus “ensayos de romper el orden constitucional, lo anunciaron a sabiendas de que no iba a suceder, simplemente como distractor político. Ahí tiene de alcahueta a Armando Benedetti”.
La reacción del ministro no se hizo esperar y en un duro pronunciamiento desdeñó de quien llamó “estadista” para decir que Santos “no era jugador de póker” –en referencia a la fama de estratega político y su fortaleza mental–, sino solamente uno de “parqués”.
“Juan Manuel Santos se cree Winston Churchill pero realmente es un remedo de británico incompetente, inseguro, dubitativo y el más perverso de todos los políticos de este país. Me precio de haber sido traicionado por él después de todo lo que hice por en sus dos elecciones y en sus Gobiernos. Fue el presidente de Odebrecht”, alegó, enrostrándole que denunció los supuestos tentáculos de la multinacional brasilera en su Gobierno.
Cierta o no la tesis alrededor del supuesto ‘petrosantismo’, es un hecho que, además de Benedetti, otros aliados y escuderos del expresidente Santos terminaron aterrizando en el “Gobierno del Cambio”. En el listado figura dirigentes del calibre del exsenador y exembajador Roy Barreras o el exministro del Interior, Juan Fernando Cristo.
A ellos se podría sumar Alejandro Gaviria, otrora ministro de Salud de Santos; el excanciller Luis Gilberto Murillo (también ministro de la administración Santos); el actual embajador en Francia, Alfonso Prada (exdirector del Sena y exsecretario de Presidencia), o el exministro de las TIC, Mauricio Lizcano, otro de los congresistas decisivos para el Gobierno Santos.
En medio del cruce de versiones, el propio Roy Barreras se refirió a los sablazos del expresidente Santos contra el manejo del país por parte de Petro. “Muchos somos hijos de padres que nunca se casaron, pero que quisiéramos que no pelearan entre ellos”, dijo.
Por su parte, también habló el exministro Cristo, quien respondió a lo dicho por el exmandatario, que también llegó a decir que lo único que le pidió al entonces candidato Petro fue “que implementara el Acuerdo de Paz (firmado con las extintas Farc), cosa que no ha hecho”.
Entre pullas, Cristo le dijo a su otrora aliado que “las presiones de algunas personas y su incomodidad con el Gobierno y su política de paz total” lo están llevando a hacer “afirmaciones equivocadas e injustas sobre la implementación del acuerdo de paz”.
“Seguramente no se ha informado bien. Paso a contarle los avances del último año, porque a pesar de las dificultades institucionales y de que los avances aún no sean suficientes, decir que no se hizo nada es una ligereza”, alegó Cristo, quien enumeró varias gestiones alrededor de la paz y expresó su extrañeza por las declaraciones de su exjefe, ratificando que trabajaron en equipo.
Rencillas de este calibre, aun entre considerados aliados, parecen seguir acentuándose a medida que se acercan las elecciones de 2026 y mientras la idea de una Constituyente sigue dividiendo a una parte de la clase política.