Pico y Placa Medellín

viernes

0 y 6 

0 y 6

Pico y Placa Medellín

jueves

1 y 7 

1 y 7

Pico y Placa Medellín

miercoles

5 y 9 

5 y 9

Pico y Placa Medellín

martes

2 y 8  

2 y 8

Pico y Placa Medellín

domingo

no

no

Pico y Placa Medellín

sabado

no

no

Pico y Placa Medellín

lunes

3 y 4  

3 y 4

Proyectar cine para los habitantes de la calle

Un colectivo de entusiastas ciudadanos no le da la espalda a las personas que no tienen un hogar. Más bien comparte con ellos cine y crispetas.

  • Proyectar cine para los habitantes de la calle
20 de noviembre de 2021
bookmark

El fotógrafo Jorge Calle cita un fragmento del filme La estrategia del Caracol para responder a la pregunta sobre el provecho de sus gestiones –llevarles cine a los habitantes de la calle de La Candelaria, comuna 10–: “¿Para qué? ¿Cómo que para qué? ¿Para qué le sirve a usted la dignidad? Las películas no le cambian la vida a nadie, pero sí propician la empatía”. El problema de los 3.788 sin hogar del Área Metropolitana –el dato lo ofrece un censo del sector publicado por el Dane en 2020, un mes largo antes de la pandemia– no se restringe a la falta de techo. La grieta simbólica entre ellos y el resto de la urbe es la principal carga de estos ciudadanos. “No tienen acceso a la cultura porque están al margen de la vida. Y la gente al otro lado de la brecha tampoco hace mucho para construir un puente sino que hace la brecha más grande”.

Quien no entiende simplifica. Por lo tanto, la indigencia es leída con el prisma de la caridad, el asistencialismo. Para entender hay que acercarse. Luego de dejar en 2006 el puesto de vendedor de cámaras en Foto Japón, Calle se aficionó a la fotografía y al trabajo social. Sin un objetivo claro documentó sus visitas a las zonas pobladas por recicladores, comerciantes del menudeo, limpia vidrios. “Cada ocho días iba a repartir agua panela con pan. El disco duro se llenó de fotos, retratos. Después de un tiempo caí en la cuenta de que tenía entre manos un proyecto de largo aliento”. En 2017 conoció a la abogada Nataly Cartagena Gómez y un año después ambos dieron los tímidos pasos para la creación de everydayhomeless, grupo interesado en la suerte de las poblaciones vulnerables.

El material visual de Jorge Calle sirvió de insumo para @everydayhomeless, una cuenta de Instagram. El 21 de abril de 2019 se publicó el primer post y desde entonces la iniciativa se ha ramificado en múltiples proyectos de labor comunitaria. La crisis sanitaria –quién lo creyera– le dio al proyecto el impulso que le faltaba: aumentó la frecuencia de las salidas a compartir alimentos y arte. También creció el número de voluntarios.

Justo en ese contexto nació la idea de Cine a la calle. “Pensamos en mostrarles las fotos. Creímos interesante proyectarles cine. No cualquier tipo de película, quisimos colombianas”, recuerda Calle. Por su parte, Cartagena Gómez señala el sitio exacto de la función inicial y el título escogido: el puente Horacio Toro y el largometraje Matar a Jesús, de la cineasta antioqueña Laura Mora. A partir de ahí se han realizado dieciocho proyecciones en diferentes puntos de la geografía urbana.

La tarea no es fácil. ¿De dónde se saca la electricidad para el videobeam y el sonido? ¿Hacia dónde se dirige el chorro de luz? Respuestas artesanales ha encontrado el colectivo. Calle, Cartagena Gómez y compañía intentaron sortear el asunto de la energía con una planta portátil.

No obstante, esta hizo un ruido capaz de ocultar el sonido de los filmes. Apelaron al ingenio: la batería de un carro prendido produce el voltaje suficiente para parlantes y demás. ¿Y la pantalla? “Buscamos muros para proyectar. Donde haya forma. Un muro limpio, con menos textura y dibujos”, cuenta Calle. La vez anterior las imagenes brotaron en el portón de una bodega. Antier en una pantalla prestada vieron “Los nadie”, de Juan Sebastián Mesa.

Los invisibles

Los números dados por el Dane resultan imprecisos: el registro de los habitantes de calle se hizo antes de dos fenómenos cruciales: la masiva migración venezolana y los coletazos económicos de la covid-19. Tales hechos hacen desconfiar a Calle de la cifra ofrecida por el Estado y aventurar una tasada a ojo de experto: “es tan incierta la cantidad de las personas de la calle pero lo que puedo sentir al andar la ciudad es que el número puede llegar a los diez mil”. La incertidumbre resulta natural: los sin techo migran dentro de la ciudad: hoy pueden estar en un sitio, mañana en otro muy distante. Población flotante la llaman los entendidos.

Las causas de la indigencia son, por supuesto, variadas: el consumo de sustancias psicoactivas, los conflictos familiares y el gusto personal encabezan las respuestas recogidas por el Dane en el informe. Para Calle, el estudio juicioso de la problemática social le permitiría a los mandatarios y a la ciudadanía diseñar estrategias eficaces.

En últimas, la vida despojada de la vivienda, de los alimentos, del respeto y el aprecio de los otros es una cuesta empinada, díficil de ascender. La sabiduría popular enseña que todos –absolutamente todos– estamos a un par de malas decisiones de hacer del andén nuestro lecho. Tal vez por eso la respuesta adecuada no sea una simple moneda.

El empleo que buscas
está a un clic

Nuestros portales

Club intelecto

Club intelecto
Las más leídas

Te recomendamos

Utilidad para la vida

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD