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Hacer del bar una galería, un homenaje para Óscar Jaramillo

Entre el 1 y el 15 de junio, el bar del hotel El Zarzo tendrá una exposición de Óscar Jaramillo, considerado uno de los mejores dibujantes de su generación y, por muchos, la memoria de la noche.

Sara Kapkin

  • La obra del artista antioqueño Óscar Jaramillo se concentra en el mundo del bar, en los personajes que habitan en las penumbras de las calles de Medellín. Foto Carlos Velásquez
    La obra del artista antioqueño Óscar Jaramillo se concentra en el mundo del bar, en los personajes que habitan en las penumbras de las calles de Medellín. Foto Carlos Velásquez
  • Así lucen las obras de Óscar Jaramillo en el bar El Zarzo. FOTO Carlos Velásquez
    Así lucen las obras de Óscar Jaramillo en el bar El Zarzo. FOTO Carlos Velásquez
  • Jaramillo dice que de día dibujaba para sentir la atmósfera de la noche, la del bar, por eso sus obras en una exposición en un bar están en el lugar ideal. FOTO Carlos Velásquez.
    Jaramillo dice que de día dibujaba para sentir la atmósfera de la noche, la del bar, por eso sus obras en una exposición en un bar están en el lugar ideal. FOTO Carlos Velásquez.
01 de junio de 2023
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No existe un mejor lugar para homenajear al maestro Óscar Jaramillo que un bar. El mundo que contiene su obra se encuentra ahí, en los bares del Centro de Medellín, en sus calles oscuras, habitadas por personajes malévolos y marginales que empezaban a emerger en una ciudad que poco a poco se sumergía en el narcotráfico. Personajes que nadie quería mirar pero que Óscar guardó para siempre en sus dibujos.

Devolver esos personajes al bar, ahora en forma de retrato, es apenas natural. El cierre de un ciclo. Eso pensaron algunos de sus amigos y por eso decidieron hacer del bar El Zarzo una galería y exponer allí una parte de su obra.

“Él mismo dice que de día dibujaba para sentir la atmósfera de la noche, del bar, entonces este homenaje es muy bonito porque este es un bar diseñado por un amigo, Alejandro Molina, y tiene esa atmósfera de bar de época. Fue como una conclusión a ese proceso a toda una vida de trabajo. No hay nada más coherente que uno termine en el lugar que le dio origen a todo lo que creó”, dice Edwin Monsalve, quien es artista, fue alumno y ahora es amigo del maestro Jaramillo.

Óscar, nacido en Medellín en 1947, es considerado uno de los mejores dibujantes de su época, una generación de artistas surgida en los años 70, con especial interés en la temática urbana. Muchos lo consideran la memoria de la noche, no solo por dibujar esos seres nocturnos, sino porque los dibujaba de memoria, a partir de lo que recordaba. Muchos de los personajes que retrató no se podían fotografiar, no se dejaban.

“No se trata de ver, sino más bien de mirar: detenerse, conversar, observar, dejar atrás los prejuicios adquiridos, aceptar, intentar compenetrarse de la noche con sus sombras y resplandores. Así es la experiencia del bar de Óscar Jaramillo, y lo que se descubre es mucho más profundo que las meras formas externas, más o menos intercambiables en la mayor parte de los casos. La persistencia de la mirada de Óscar Jaramillo nos revela la diversidad de los seres humanos; vidas todas atravesadas por valores diferentes que casi siempre se apartan de los esquemas convencionales pero que jamás se miran con ojo inquisidor, con desprecio o con lástima. Por el contrario, todos los personajes de Óscar Jaramillo son monumentales, revestidos de una extraordinaria dignidad. Un arte inclusivo, mucho antes de que este concepto entrara en el pensamiento general”, escribió el historiador Carlos Arturo Fernández Uribe en un texto para presentar la exposición.

Así lucen las obras de Óscar Jaramillo en el bar El Zarzo. FOTO Carlos Velásquez
Así lucen las obras de Óscar Jaramillo en el bar El Zarzo. FOTO Carlos Velásquez

La mirada. Esa es una de las grandes virtudes de la obra de Jaramillo, pero también la mayor de sus enseñanzas. A sus alumnos, Óscar les enseñó a mirar, a dibujar el carácter con los rasgos, para encontrar en un rostro un mundo, una forma de vivir.

“Yo creo que parte de la decisión de él de retirarse como artista y ser maestro es porque sabe que lo sabe hacer muy bien. Yo me acuerdo que él llegaba a mi puesto cuando estaba dibujando y me decía, esto está perfecto, solamente mira esto acá, y él prácticamente me rehacía el dibujo. La técnica de él es nunca decir no, sino generar desde el ejemplo la confianza necesaria. Él es alguien con gran maestría, de esas personas que no enseñan sino que transfieren conocimiento. De esos maestros que nacen cada 100 años”, dice Monsalve.

Jaramillo dice que de día dibujaba para sentir la atmósfera de la noche, la del bar, por eso sus obras en una exposición en un bar están en el lugar ideal. FOTO Carlos Velásquez.
Jaramillo dice que de día dibujaba para sentir la atmósfera de la noche, la del bar, por eso sus obras en una exposición en un bar están en el lugar ideal. FOTO Carlos Velásquez.

La exposición que se abre en El Zarzo presenta una serie de dibujos que Óscar hizo a partir de recortes que sacaba de revistas, periódicos y fotografías. A partir de ahí hacía una especie de edición análoga, mezclando las figuras y las texturas, como una especie de collage, un ejercicio de composición para crear desde la ficción personajes que resultan tan reales pero desconocidos como aquellos habitantes de los bares de esa Medellín que apenas entraba en el narcotráfico, y empezaba a convertirse en lo que es.

Así el maestro vuelve a los bares después de años en las aulas. “Yo era el tipo que más estaba en la calle. Yo era un vago del Centro. Esa era mi vida. Yo no he sido artista, no tengo temperamento, no sé lagartiar. Yo lo vendí todo, pero lo mío es muy feo, vos a un bandido de esos no lo ponés en la sala a mirarte toda la vida, pero hay gente que le gusta porque es una ilustración de la bohemia y medio Medellín vivió eso. Era la misma Guayaquil, la misma Lovaina, la misma cantina de hombres. Por eso me gusta esto, yo empecé en bares y voy a terminar en bares”, dice Jaramillo, en la inauguración de su exposición en El Zarzo (Cra. 38 #10 A 29, en El Poblado).

La exposición estará abierta entre el 1 y el 15 de junio. Las obras, que estarán disponibles para la venta, nunca fueron producidas en serie.

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