El conteo regresivo terminó. La banda mexicana RBD ya tiene fecha de presentación en Medellín. Este lunes una legión de fans se congregó en el sector de Provenza, concretamente en los alrededores del restaurante Belisario, donde una pantalla grande anunció a las 8:00 p.m la fecha del esperado concierto en el estadio Atanasio Girardot.
El grupo integrado por Anahí, Dulce María, Maite Perroni, Christopher Uckermann y Christian Chávez estará el 3 de noviembre en tierras antioqueñas, según el anuncio oficial entregado esta noche. El costo de las boletas irá desde $100.000 hasta 1.000.000, y el de los palcos empiezan en $1.050.000. La preventa inicia el próximo 15 de febrero y la venta general será el 17.
Los esfuerzos por conseguir esos números fueron ingentes y empezaron desde que se supo que en un primer listado no se incluía al país dentro de la gira internacional “Soy Rebelde Tour”.
Karol G fue una de las primeras en rebelarse contra esa noticia: “Haciendo mi respectiva llamada para que RBD vaya a Colombia”, trinó en sus redes, consiguiendo una respuesta de corazones de Anahí, con quien además sostiene una amistad y ha compartido escenario en México.
Una noticia esperada
Desde antes de las seis de la tarde empezaron a llegar los fans a esa misma cuadra del sector de Provenza donde se vio perrear a la ‘Bichota’ y a Bad Bunny a finales de 2022. La gente acudió con carteles, corbatas rojas y chaquetas negras para etonar éxitos como “Sálvame” o “Así soy yo”, como si la banda fuera a presentarse a esa misma hora.
En el mismo sector, exactamente Cra. 35 #7 se hacían karaokes de los temás más reconocidos, sesión de fotos, stencil en ropa y maquillaje para amenizar el momento que los fans de RBD en Colombia han estado esperando en los últimos meses. La única presentación del grupo en la ciudad fue 2005, cuando llenó con más de 50.000 personas el Atanasio Girardot.
“¡Yo digo R y tú dices B-D, R-B-D, R-B-D!”, eran los gritos de los fans ubicados delante de las barandas que dispuso el restaurante enfrente de la pantalla para contener a el gentío, que superaba las 200 personas e iba creciendo a cada minuto.
