Cuando está frente a un texto, va leyendo según lo dejó el autor: con la cadencia que va encontrando entre las comas y los puntos –o incluso la nada– y se va yendo en la historia y en los recovecos de la escritura de ese escritor. Sin embargo, seguro a veces se ha preguntado cómo leería él su obra. Cómo será la voz de ese que estuvo detrás, tantas horas.
Y eso es posible en la Fiesta del Libro y la Cultura en Medellín, con la propuesta Si una lectura en voz alta... un sueño. Todos los días (menos dos), uno de los escritores invitados comparte su obra con los visitantes en el auditorio EL COLOMBIANO, en el Orquideorama del Jardín Botánico.
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La primera que se subió al escenario fue Carolina Sanín, el sábado, quien compartió veinte minutos de su nueva novela, Somos luces abismales. Ella es bogotana, licenciada en Filosofía y Letras, con un doctorado en Literatura Hispánica en la Universidad de Yale. Es profesora y también da talleres de escritura. Entre sus libros están Los niños (2014), Pasajes de Fernando González (2015), La gata sola (2018) y el más reciente, Somos luces abismales, de la editorial Random House. De este último, específicamente del relato Nombres y ríos, es el fragmento que puede escuchar a continuación: