La perpetua es la misma siempreviva, una planta que conserva su apariencia aún después de muerta, de ahí que Laura Ospina y Estefanía Giraldo la eligieran como imagen para hablar de la vida y la muerte en un libro álbum infantil. La imagen de los seres queridos que parten de este mundo, pero se quedan ahí, congelados en el recuerdo.
“Queríamos hacer algo que nos gustara a las dos”, cuenta Estefanía, “aprovechar el libro para experimentar, desde la ilustración digital de Laura, hasta las plantas, el collage, los bordados y las animaciones”, cuenta Giraldo.
El proyecto surgió como el trabajo final de su pregrado en comunicación audiovisual y multimedial de la Universidad de Antioquia, donde la norma es presentar proyectos audiovisuales, pero el amor de Estefanía por la literatura la llevó a darle al libro impreso una dimensión audiovisual, por eso, con ayuda de un celular, las ilustraciones se mueven y la narrativa se expande a través de la realidad aumentada.
Las plantas son las protagonistas, porque con un herbario como hilo conductor, la narradora comienza a mostrar la raíz de su interés por las plantas, la evolución del mismo y cómo finalmente se vuelven una manera de procesar la muerte de su madre.
“Las técnicas de ilustración son digitales, pero también un collage de recortes, bordados y plantas”, cuenta Laura.