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Si hay una mascota a la que se le atribuyan decenas de mitos son los gatos: que son independientes, poco cariñosos, que no les gusta la compañía de otros animales, que no les gustan los cambios y la lista puede seguir.
Esa cantidad de particularidades genera que quienes tengan un gato duden sobre llevar otro felino a casa, “es uno de los temas más populares y de los que más me preguntan”, dice en su cuenta de YouTube el famoso Jackson Galaxy, del programa Mi gato endemoniado de Discovery y Animal Planet.
Para María Soledad Solorzano, etóloga felina, estos animales pueden llegar a tolerarse, vivir en armonía y eso está bien, “pero uno no puede asegurar que se amen o que no se agredan, por ello con dos o más gatos en casa lo ideal es que puedan compartir en un espacio y cada uno siga su vida”.
Entonces, si ya tiene un gato, ¿qué debe saber antes de aventurarse a llevar otro a casa?
Primer paso
Antes de tomar la decisión piense en estos tres factores: la edad del animal, el espacio y la socialización. Es como hacer “checklist” con estos tres puntos y aunque no es seguro en un 100 %, podría dar pistas.
La edad influye mucho en cómo se recibe a un segundo o tercer gato. Sería ideal que quien llegue a casa tenga de dos meses y medio a tres, “aunque la recomendación siempre será que de una vez adopte dos y se ahorre este tipo de incertidumbre porque no hay garantía de nada”, dice la etóloga y añade que entre más adultos es más complicado, tanto para el que va a llegar como para el que está en casa.
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Tenga en cuenta que entre más espacio haya, más posibilidades hay de buena convivencia. “Que cada uno tenga su espacio ayuda”, dice Solorzano y puntualiza que el tercer punto, la socialización, consiste en revisar esa experiencia previa, si la tiene, de su gato en comportamientos sociales, es decir, cómo se comporta con otro gato cuando va a la veterinaria o cuando mira a otro felino de la zona a través de la ventana o el balcón, “esa reacción es importante, hay unos que son territoriales, que se estresan y esa es una alerta para advertir que quizá no sea tan bueno para convivir con otros”.
Ya en casa
Lo primero que advierte Galaxy es que no haya contacto entre gatos ni visual ni físico. Así mismo, para Solorzano es ideal crear todo un protocolo para que el gato “dueño” de la casa vaya descubriendo la presencia del otro, “que no sea de una porque se vuelve agresivo o reacciona alterado por eso”.
Galaxy insiste en que ellos mismos le avisarán cuando estén listos para el siguiente paso: “Pondrán la nariz en la puerta, se mostrarán curiosos de qué hay más allá”, y ahí puede empezar a mover al gato nuevo a otro espacio de la casa para que vaya conociendo, aún sin generar contacto visual entre ambos.
La introducción
Dice Galaxy que la idea al comenzar a tenerlos cerca es crear una asociación positiva, por ejemplo, con la comida. “Si la única vez que su gato huele comida huele a otro gato esa es una asociación positiva. La idea es seguir sin el contacto visual, que estén separados por algo como una puerta y alimentarlos al tiempo con suficiente y amplio espacio personal, que poco a poco puede ir acortando con cada comida”. No hay que apresurarse, cada día es un desafío.
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Detalla la etóloga que el tiempo de acoplamiento no es fijo, cada caso es único, hay quienes en dos días están ya acoplados, pero habrá otros que se demoren meses. “Lo importante es recalcar que hay que estar dispuestos a trabajar mucho tiempo”.
Tras ese paso y cercanía ya podría generarse un contacto visual (ideal con una malla antes de tenerlos cerca definitivamente) y ahí hay que estar atentos al lenguaje corporal y auditivo, “por ejemplo la primera vez que se vean pueden llegar a bufar y erizarse, son signos que muestran agresividad o que no están a gusto”, dice la etóloga.
Hecho todo el proceso, y si ninguno de los dos hace algo agresivo y se toleran, “ahí uno sabe que está bien, son capaces de vivir sin hacerse daño, pero si uno de los gatos tiene al otro acechado, no lo deja comer, dormir, lo tiene en un rincón y ha pasado mucho tiempo, en ese momento hay que tomar otra decisión y mirar qué hacer para ver si se puede reubicar, porque esa no será vida para ninguno de los dos”, indica Solorzano.
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Si quiere llevar un tercer animal, acate las precauciones ya reseñadas. No obstante, tenga muy en cuenta que, tal y como enfatizan ambos expertos, entre más gatos estén juntos en un mismo lugar, debe existir un ambiente más enriquecido, con más recursos (comida, agua y juguetes) y, en general, más espacio.
Finalmente, recuerde que puede buscar a un profesional etólogo para que lo guíe en el proceso de unir a dos felinos en el hogar.
Periodista, presentadora y locutora. Fui DJ de radio, reportera de televisión y ahora disfruto el ejercicio de escribir a diario. Melómana, cinéfila y seriéfila.