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La tragedia de Bojayá marcó un triste hito en el conflicto armado colombiano. Allí, con la mirada sensible y respetuosa del fotoperiodista Donaldo Zuluaga, los lectores de EL COLOMBIANO vieron la dimensión del horror que se vivió en el interior de la iglesia y que terminó simbolizada en el cristo destruido que fue recogido por el párroco Antún Ramos cuando las balas y las explosiones cesaron.
Ahora, el Museo de Antioquia retoma esta fotografía y la hace parte de la sala permanente “La persistencia del dogma”, un lugar que reúne 150 obras de artistas de diferentes épocas del país, desde la precolombina hasta el siglo XXI.
Laa sala, que se inaugura hoy (7:00 p.m.) es un espacio que propicia el intercambio visual entre obras y objetos que permitan entenderlos en otras connotaciones que implican repensar la historia, como construcción e interpretación. La inclusión de trabajos foto periodísticos como el que realizó Zuluaga para este diario, aporta a este escenario que se abre cada vez más y cruza líneas hacia lo contemporáneo.