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Artistas y científicos repensaron el contrato social de Medellín
El dilema entre la seguridad y la libertad fue un punto central
de la residencia artística realizada en la Bodega Comfama.
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Los artistas compartieron sus ideas durante tres semanas. FOTO @juans.escobar
Durante tres semanas –del 31 de enero al 17 de febrero–, trece artistas y científicos compartieron las minucias de la vida diaria en las instalaciones de la Bodega Comfama Perpetuo Socorro.
Convocados por los artistas Séverin Guelpa y Anja Wyden Guelpa, los participantes llegaron de diferentes puntos de Colombia, Kenia y Suiza para asistir a charlas y actividades grupales destinadas a propiciar una reflexión profunda sobre los mecanismos de la convivencia en tiempos de vigilancia global y urbes enormes. Se juntaron en Medellín por los desafíos pasados y presentes que la ciudad ha tenido que enfrentar en temas de seguridad y respeto a los derechos humanos.
En este tiempo, la Bodega Comfama fue campamento y laboratorio de creación: las carpas de camping se distribuyeron en su interior, además de una improvisada cocina y un comedor comunitario. El piso se convirtió en un mapa: líneas de tiza unieron las carpas y registraron los nombres de las plantas ubicadas en el espacio. Del 18 de febrero al 20 de marzo el lugar cambiará de finalidad al convertirse en escenario de la exposición de los trabajos artísticos hechos por los participantes en este tiempo: piezas pictóricas, de sonido y audiovisuales. El evento tiene el nombre de Terrenos comunes (Common grounds).
El proyecto de residencia y exposición –liderado por Matza y el Instituto Edgelands– contó con el apoyo de Comfama, Universidad de Antioquia y el Museo de Arte Moderno de Medellín (Mamm).
Luego de concluir la etapa de Medellín, la residencia –con otros invitados y artistas– tendrá escalas en Cúcuta, Nairobi, Ginebra, Singapur, Chicago y Beirut. A fin de cuentas, en la época de la aldea global y los algoritmos, el arte sigue siendo el espacio privilegiado para fortalecer los lazos comunitarios, pensar los temas cruciales de la sociedad y ofrecer pistas para resolver los dilemas humanos. “Aquí el arte es la excusa para hacer el cambio en esas nuevas formas de contrato social”, afirma Séverin Guelpa.
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