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En un comunicado de prensa la Biblioteca Pública Piloto de Medellín para América Latina informó que el pasado domingo 5 de abril y en horas de la noche, fue asaltada la filial Juan Zuleta Ferrer (ubicada en el barrio Campo Valdés)
Hasta ahora, y según el inventario realizado, “se perdiendo 14 equipos de cómputo, 13 tabletas, un televisor y el video proyector. Herramientas que fueron sustraídas en su totalidad de la Biblioteca. Continuamos en el proceso de inventario para identificar que otros materiales se perdieron”.
Desde el centro cultural explican que la biblioteca tiene su sede central en el barrio Carlos E. Restrepo y extiende sus servicios con cuatro filiales San Antonio de Prado, San Javier La Loma, Florencia y Campo Valdés). “En julio de 1986 se creó la Filial Juan Zuleta Ferrer, como un espacio cultural abierto a toda la comunidad, garantizando el acceso a la lectura y la cultura. En 2019, la filial atendió a 41.434 usuarios, de los cuales 11.462 usuarios se vieron beneficiados con el acceso a TIC’S”.
La filial de Campo Valdés es la más antigua y la que más impacto tiene ya que abarca cuatro comunas. Indican desde la biblioteca que el lunes se percataron de que las líneas telefónicas no estaban en funcionamiento y que tampoco había circuito eléctrico ni alarma.
Cuando ya se hace el registro con las autoridades se percatan del robo. “Manifestamos nuestro rechazo a la situación presentada, no solo como Biblioteca, alzamos la voz por cada uno de los usuarios que han crecido, soñado y viajado por el mundo mágico de los libros y la cultura”, precisaron en el comunicado en el que además invitan a la comunidad, instituciones y medios a unir esfuerzos “para proteger y velar por la integridad de todos los equipamientos públicos culturales, deportivos y recreativos la ciudad, donde volveremos a encontrarnos pronto para seguir disfrutando de las palabras, las historias, los libros y los programas de bienestar, el aprendizaje y la creación”, indica el comunicado.
La Biblioteca Pública Piloto y sus filiales, atendiendo a la orden de cuarentena, cerraron puertas, pero trasladaron su programación y servicios a la virtualidad.