Puebla es una ciudad colonial. Dicen sus guías que fue construida por los españoles y para los españoles, siguiendo la idea de una ciudad perfecta. Se fundó el 16 de abril de 1531. Era un lugar de paso importante por estar entre la ciudad de México y el puerto de Veracruz.
La visitamos y encontramos razones de sobra por las que este destino antoja. Compartimos siete de ellas.
Para los aficionados a los destinos culturales este es un lugar ideal, entre otras cosas por ser la ciudad con más museos y galerías de arte de todo México. Uno que vale la pena ver es el Museo Internacional del Barroco. Fue diseñado por el arquitecto japonés Toyo Ito, ganador del Premio Pritzker de Arquitectura 2013 (el equivalente a un Nobel en el área).
En general, los extranjeros no lo consideran un destino costoso, aunque algunos locales como Jose Osuna , un visitante a la Feria de Puebla 2018, dijo que “además de ser la cuarta ciudad más segura de México, es algo costosa”.
En un día despejado podrá ver a Puebla y sus volcanes desde el teleférico que llega a un máximo de 50 metros de altura y permite hacer un recorido de 600 metros de longitud.
Y para deleitarse con unos deliciosos dulces, galletas y rompope puede visitar el convento de monjas clarisas, quienes desde el siglo XVIII elaboran estos sorprendentes dulces .
