El gol de Marlos Moreno, a los 29 segundos y que igualó la serie (2-2), hizo ilusionar a la fanaticada del Atlético Nacional que colmó las graderías del estadio Atanasio Girardot.
Esta vez, pensaban en medio de la euforia, el drama de las dos finales pasadas con Junior no haría su aparición. Sin embargo, a medida que pasaron los minutos el suspenso surgió y transformó los rostros que pasaron de la alegría a la incertidumbre.
Esa gente que llegó temprano a disfrutar el espectáculo, reservó energía para los minutos previos a la salida de los equipos a la cancha. Y participó activamente en la elaboración del tifo que tocó sus fibras. “Oh Libertad (en norte), el más grande (en oriental), oh Nacional (en sur) ”, escribieron entre todos con los plásticos verdes y blancos que encontraron en sus puestos.
Todos gozaron con la danza de los bailarines vestidos de amarillo, azul y rojo, y con las melodías de Los del Sur.
“Soy del verde, del verde soy yo”, cantaron para impulsar a los guerreros de Reinaldo Rueda que después de ilusionarlos, los pusieron o a sufrir de nuevo y por tercera vez frente a los tiburones con los “fatídicos” cobros desde los 12 pasos en los que apareció la figura salvadora de Franco Armani, repitiendo la faena de 2014-1.
De ahí en adelante todo fue felicidad y festejo en el Atanasio, que se iluminó con la estrella 15 verdolaga.