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Tranquilo, feliz e ilusionado se encuentra Reinaldo Rueda para afrontar con Nacional la semifinal de la Liga Águila-2 a partir de pasado mañana frente al DIM, uno de los dos únicos equipos que le ha ganado este semestre en el estadio Atanasio Girardot.
Sobre la instancia que viene señaló que “todos los rivales van a ser difíciles y los partidos muy cerrados, más frente a un equipo con el que nos conocemos”.
El orientador vallecaucano empezó ayer a planear en Guarne lo que será el primero de los dos clásicos que tendrá esta semana. Sabe que ya puede contar con Alejandro Guerra, pero adelantó que “la idea es conservar este equipo base hasta donde más se pueda”.
El técnico se ilusiona con su primera estrella en el fútbol colombiano, ya que con su gran amigo Alexis Mendoza son los únicos orientadores de esta fase que no han sido campeones. Alberto Gamero, hoy con Tolima, lo logró con Chicó en 2008-1 y Leonel Álvarez con Medellín en 2009-2.
Para ello, admite, el conjunto verdolaga tendrá que mantener el nivel que le ha servido para ser el mejor del semestre con 15 victorias en los 22 compromisos que ha disputado hasta hoy.
Con ese fin tratará de repetir el planteamiento que le sirvió para dejar en el camino al Deportivo Cali. “De local le apostamos a poner el balón al piso, a triangular, a circular y a hacer la propuesta ofensiva”.
En el doble enfrentamiento en territorio antioqueño Rueda espera que Nacional no pierda marca ni el control y le apueste a la fluidez y a la dinámica colectiva para superar al Medellín, uno de los pocos elencos que no ha podido vencer en este semestre en dos juegos que llevan.